Uruguay avanza hacia la legalización de la eutanasia tras un extenso debate en Diputados

En una sesión extraordinaria que se prolongó por más de catorce horas, la Cámara de Diputados de Uruguay aprobó en la madrugada del miércoles el proyecto que despenaliza la eutanasia. La votación cerró con 64 adhesiones y 29 rechazos sobre un total de 99 legisladores, después de que cuarenta diputados expusieran sus argumentos a favor y en contra.

La iniciativa fue impulsada por el Frente Amplio y contó con el respaldo de integrantes de partidos de centroderecha. “Es un proyecto de ley garantista, seguro, protector de los derechos de las personas que garantizan la eutanasia y de todos los involucrados en el procedimiento”, afirmó el diputado Luis Gallo al presentar el informe en mayoría que abrió el debate a las diez de la mañana del martes.

Desde la vereda opuesta, el legislador Rodrigo Goñi, del Partido Nacional, calificó la jornada como “muy dolorosa” para el país, al considerar que la norma envía un mensaje equivocado a quienes atraviesan enfermedades terminales o situaciones de extrema fragilidad.

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La propuesta establece que solo podrán acceder a la eutanasia personas mayores de edad, en pleno uso de sus facultades mentales, con una enfermedad incurable en etapa terminal y que sufran dolores o padecimientos catalogados como insoportables. El pedido deberá realizarse por escrito, ante testigos y siguiendo un procedimiento estricto que garantice transparencia y ausencia de presiones externas.

Antes de autorizar el procedimiento, uno o más médicos deberán certificar el diagnóstico, confirmar que el paciente fue informado sobre todas las alternativas de tratamiento y cuidados paliativos, y asegurarse de que comprende plenamente su decisión. La norma también permite que el solicitante se retracte en cualquier momento.

Actualmente, en Uruguay los cuidados paliativos están reglamentados, pero el Código Penal prevé penas de prisión para quienes ayuden a otra persona a suicidarse. De sancionarse esta ley, el país se sumaría a un reducido grupo en el continente con legislación específica para la muerte asistida, donde ya figuran Canadá y Colombia.

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El proyecto aprobado pasará a la Comisión de Salud del Senado, integrada por nueve legisladores, donde será analizado antes de llegar al pleno para la votación definitiva. El Frente Amplio cuenta con mayoría en esa Cámara, lo que abre un escenario favorable para su avance, aunque no se descartan modificaciones.

Si el Senado lo aprueba sin cambios sustanciales, el Ejecutivo podría promulgar la norma en los próximos meses. Esto convertiría a Uruguay en un referente regional en materia de legislación sobre eutanasia, marcando un cambio profundo en su marco legal sobre el final de la vida.

Fuente: LM Neuquén.