
Bahía Blanca necesitará hasta 15 años para recuperarse de la inundación
Actualidad15/08/2025
Sergio Bustos
Bahía Blanca enfrenta un proceso de reconstrucción que podría extenderse entre 10 y 15 años, según estimó el intendente Federico Susbielles. El pronóstico llega después del temporal e inundación del 7 de marzo, que dejó daños históricos en la ciudad.


En el marco de la campaña “BahíaXBahía”, el municipio destinó más de 3.800 millones de pesos para reparar el impacto. El 88% de esos fondos fue al sector productivo, con un sistema de trazabilidad supervisado por el Tribunal de Cuentas, la consultora Ernst & Young y la Universidad Provincial del Sudoeste.
Susbielles describió el momento actual como “post catástrofe, una situación que todavía nos genera angustia e incertidumbre”, y subrayó la necesidad de coordinación con los gobiernos provincial y nacional para atender las urgencias y garantizar obras estructurales.
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El intendente remarcó que la continuidad del proceso dependerá de la presión social. “Va a requerir que los bahienses y quienes estén en mi lugar exijan las obras que la ciudad necesita”, afirmó.
El temporal de marzo dejó barrios enteros bajo el agua, con viviendas destruidas, comercios cerrados y rutas anegadas. La producción local sufrió pérdidas millonarias, especialmente en pequeñas y medianas empresas que todavía luchan por retomar la actividad.
Las autoridades municipales sostienen que la reconstrucción no solo implica reparar lo dañado, sino planificar obras hidráulicas y de infraestructura que prevengan futuros desastres.
La auditoría municipal confirmó que todos los movimientos de fondos fueron registrados y controlados. El objetivo es garantizar transparencia y que cada peso invertido llegue a su destino real.
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La Universidad Provincial del Sudoeste tuvo un rol activo en la fiscalización, evaluando pagos y expedientes. Este esquema de control busca evitar irregularidades y dar confianza a los donantes y a la ciudadanía.
A pesar del despliegue de recursos, los plazos son extensos. La magnitud de las obras necesarias para restablecer la infraestructura vial, los desagües pluviales y el tejido productivo hace inevitable pensar en un proceso de varios gobiernos municipales y provinciales.
En paralelo, los vecinos más afectados reclaman que las ayudas directas sean más rápidas y que se priorice la reparación de viviendas. “No podemos esperar una década para volver a la normalidad”, repiten en asambleas barriales.
El caso de Bahía Blanca expone un problema recurrente en varias ciudades argentinas: la falta de inversión preventiva y de planificación urbana frente a fenómenos climáticos extremos.
Mientras la ciudad avanza lentamente en su recuperación, la cuenta regresiva ya empezó. Cada año sin obras estructurales será un año más expuesto a nuevas inundaciones y pérdidas.
















