España y Portugal bajo fuego: muertos, heridos y miles de evacuados por incendios

España y Portugal atraviesan una de sus peores crisis por incendios forestales en años, con operativos de emergencia que trabajan día y noche para contener las llamas.

En España, una quincena de focos activos dejó dos muertos y varios heridos, cuatro de ellos en estado grave. La situación más crítica se registra en Castilla y León, donde siete personas fueron hospitalizadas por quemaduras, entre ellas un hombre con el 85% del cuerpo afectado y una mujer con el 50%.

En el mismo territorio, un voluntario de 35 años murió mientras combatía el fuego. La segunda víctima fatal se registró en el incendio de Tres Cantos, cerca de Madrid, donde un hombre sufrió quemaduras en todo el cuerpo y no pudo ser salvado.

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Las autoridades evacuaron a 6000 personas de 26 localidades en Castilla y León. En Galicia, el presidente regional Alfonso Rueda advirtió que “en agosto se registraron 250 incendios más que el año pasado” y que se apagan entre 30 y 35 focos diarios.

El norte español concentra la mayoría de los siniestros. La interrupción del servicio ferroviario entre Madrid y Galicia y el cierre de nueve parques en la capital, incluido El Retiro, reflejan la magnitud del problema.

La Agencia Estatal de Meteorología prevé vientos de hasta 56 km/h y temperaturas cercanas a 35°, condiciones que favorecen la propagación del fuego incluso en jornadas consideradas de “respiro” respecto a la ola de calor.

En Portugal, unos 2100 bomberos y 20 medios aéreos combaten cinco grandes incendios en el norte y centro del país. El de Trancoso preocupa desde el sábado y sigue amenazando pueblos, reactivado por ráfagas intensas durante la noche.

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En Arganil, cerca de Coimbra, un incendio probablemente causado por una descarga eléctrica avanza en zona montañosa, cubriendo pueblos con un denso humo. Decenas de vecinos, en su mayoría adultos mayores, fueron evacuados por precaución.

Las autoridades portuguesas prolongaron hasta el viernes las medidas preventivas contra incendios. El gobierno cuenta con dos aviones Canadairs marroquíes en reemplazo de aeronaves propias averiadas, mientras crecen las críticas por la falta de recursos.

El primer ministro Luis Montenegro respondió que “se hace todo lo posible”, recordando que hay 15.000 agentes desplegados y todos los medios disponibles en máxima alerta.

La combinación de altas temperaturas, viento fuerte y vegetación seca configura un escenario propicio para la expansión rápida de las llamas. Los expertos advierten que la situación podría empeorar si persisten las condiciones meteorológicas actuales.

En ambos países, los daños en viviendas, campos y bosques son cuantiosos, y organizaciones ambientalistas alertan sobre la pérdida de biodiversidad en zonas que tardarán décadas en recuperarse.

Las imágenes de pueblos envueltos en humo y vecinos huyendo con lo puesto se repiten en las portadas y redes sociales, reflejando la magnitud de una emergencia que aún no tiene final claro.