jugueterias
A días del Día del Niño, comerciantes de Puerto Madryn reconocen que la expectativa de ventas es más baja que en años anteriores. La combinación de una economía deprimida y el impacto de la crisis pesquera local redujo el consumo y modificó el comportamiento de los compradores.
Bachi González, histórico referente del rubro, señaló que el movimiento comercial se siente más tranquilo que en otras ediciones. “La gente prioriza lo fundamental y después recién piensa en un regalo”, comentó, destacando que muchas familias optan por opciones más económicas para no dejar pasar la fecha.
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Según explicó, de cada 40 o 50 clientes, solo unos pocos acceden a los juguetes más costosos. El resto busca alternativas de menor valor, con una clara inclinación por juegos de mesa, rompecabezas y artículos de plástico. “Se lleva lo que se puede, no siempre lo que se quiere”, resumió.
El comerciante resaltó que, a diferencia de otros años, los precios se han mantenido más estables. “Han aumentado, pero no en la proporción de antes, y muchos productos importados conservan el mismo valor del año pasado”, indicó. Estimó un ajuste promedio del 30%, menor al registrado en otras fechas.
Las bicicletas y los juguetes vinculados a series televisivas o tendencias tienen menor salida debido a su costo. En cambio, los artículos que promueven la interacción familiar y el entretenimiento en casa mantienen una demanda constante.
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González subrayó que la fecha sigue siendo importante desde el aspecto afectivo. “Es un día de felicidad para los chicos y la gente busca estar presente, aunque sea con un detalle”, expresó, valorando la fidelidad de la clientela local.
En cuanto a estrategias, los comercios apuestan a horarios extendidos, ventas durante todo el fin de semana y promociones puntuales. La idea es facilitar la compra a último momento y ofrecer alternativas que se adapten a todos los bolsillos.
El impacto de los costos fijos, sumado a la baja en el consumo, sigue siendo un obstáculo para el sector. Servicios, transporte y alquileres presionan sobre la rentabilidad, lo que obliga a los comerciantes a ajustar márgenes y buscar fórmulas para sostener el negocio.
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“Estamos agradecidos con la gente de Madryn, que siempre acompaña de una u otra forma”, concluyó González, confiando en que la fecha, más allá de las cifras, mantenga su valor simbólico para las familias.
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