Escándalo en el negocio de la carne: apriete, robo simulado y un empresario bajo la lupa
Policiales18/08/2025
Sergio Bustos
La mafia de la carne en la mira.
Lo que comenzó como un asalto común terminó revelando una trama de amenazas y negocios oscuros en el comercio de la carne. Una reconocida familia de Tres Arroyos fue víctima de un violento hecho que, según la investigación, escondía un apriete mafioso.
El ataque ocurrió la noche del 30 de junio de 2024. Dos encapuchados armados irrumpieron en la vivienda, redujeron a la esposa del productor y dejaron a sus hijos de 3 y 6 años bajo una tensión extrema. Se llevaron un anillo, una pulsera, ropa y electrodomésticos, aunque lo más grave fue la advertencia: “Que tu marido deje de vender carne en Tres Arroyos”.
La causa permaneció meses sin avances hasta enero de este año, cuando la Policía detuvo a tres personas por una investigación de drogas. Entre ellas estaba Daniel Ramón Lezama, de 47 años, con antecedentes por homicidio en grado de tentativa y robos violentos.
El análisis de su teléfono celular fue decisivo. Allí aparecieron conversaciones que lo vinculaban con el supuesto robo y que apuntaban a un actor inesperado: Luis Gabriel Sandoval, empresario cárnico de 51 años y ex empleado de la propia víctima.
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Sandoval había trabajado para la familia damnificada, pero la relación terminó en escándalo. Lo acusaron de haberse llevado un camión con hacienda para faenar animales en otro frigorífico. Desde entonces abrió su propio negocio en el rubro.
Ambos fueron detenidos en enero. Lezama quedó con prisión preventiva, mientras que Sandoval fue excarcelado en Tres Arroyos en una decisión que sorprendió a la fiscalía. Sin embargo, la Cámara Penal de Bahía Blanca revocó esa medida en las últimas semanas.
Los jueces Natalia Giombi y Gustavo Barbieri fueron contundentes. “Existen indicios vehementes de que el imputado intentará eludir la acción de la Justicia o entorpecer la investigación”, señalaron en el fallo que ordena detener nuevamente a Sandoval.
Las escuchas telefónicas son escalofriantes. El 2 de julio, Sandoval recriminó a Lezama: “He dice joyas, no me la dijiste esa perro…”. Lezama respondió: “Un anillo de la loca y una pulserita ni tres gramos había”.
Ese mismo día volvieron a hablar sobre la intimidación. Sandoval comentó: “Igual se portó bien porque no hizo la denuncia”, a lo que Lezama contestó: “Con lo que le dijimos chau, le tiene que quedar de por vida, olvídate”.
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Otra comunicación del 5 de julio reforzó las sospechas. Lezama aseguró que la víctima no hablaría porque estaba aterrada: “Se pegó un susto, un cagazo, pero le llegó el mensaje varias veces”.
La familia afectada evitó denunciar por miedo, aunque la fiscalía continuó la causa al tratarse de un delito de acción pública. El testimonio de los investigadores confirma que el silencio fue producto del terror.
Sandoval fue notificado de la revocación de su excarcelación mientras vacacionaba en Europa. La Cámara consideró su poder adquisitivo como un factor de riesgo para una eventual fuga.
El apellido Sandoval tiene historia en Tres Arroyos: estuvo vinculado décadas atrás a una joyería y luego a distintos comercios. El acusado también fue barman y vendedor de autos antes de ingresar al negocio cárnico.
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