El Municipio de Comodoro refuerza la salud visual en los barrios

Con gran participación de vecinos, se realizó una jornada oftalmológica en el barrio Las Flores de Comodoro Rivadavia. La propuesta fue organizada por la Secretaría de Salud del Municipio y contó con la presencia del secretario Jorge Espíndola y la subsecretaria Gabriela Moreno.

El programa busca garantizar controles y tratamientos visuales en toda la comunidad. La prioridad está en niños, niñas y personas sin obra social, que muchas veces no pueden acceder a una atención especializada. Estas jornadas forman parte de una política de salud comunitaria que se replicará en otros Centros de Atención Primaria.

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“La demanda en oftalmología hoy es muy crítica en Comodoro”, reconoció el secretario de Salud, Jorge Espíndola. “Para quienes no tienen cobertura es difícil acceder, y aun con obra social suele ser mínima. Por eso, por decisión del intendente, acercamos soluciones concretas a los barrios”, agregó.

Uno de los principales objetivos es la detección temprana de problemas en niños y niñas. Espíndola remarcó que “muchos necesitan lentes para poder aprender en la escuela, y estos programas permiten dar respuesta a esas necesidades”. Además, durante la jornada se ofrecieron controles nutricionales, vacunación y promoción de hábitos saludables.

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El médico oftalmólogo Martín Battauz detalló la modalidad de trabajo en los barrios. “Se otorgan 30 turnos y la convocatoria siempre supera las expectativas. Traemos equipamiento para agudeza visual y fondo de ojos, y cuando se necesita aparatología más compleja, derivamos a la Secretaría de Salud”, explicó.

Los problemas de refracción en niños y adolescentes son las consultas más frecuentes. Battauz señaló que “muchas veces los docentes detectan dificultades en el aula y derivan a los chicos al control. Nos encontramos con graduaciones altas sin corregir, que afectan directamente el aprendizaje”, indicó.

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También se atendieron pacientes con enfermedades crónicas como diabetes. El especialista subrayó que la detección temprana de complicaciones visuales es fundamental, ya que pueden derivar en pérdidas irreversibles si no se abordan a tiempo.

El uso de pantallas en niños fue otro de los ejes de la jornada. Battauz recomendó que “no se deben usar celulares ni tablets antes de los tres o cuatro años. En el caso de la televisión, siempre con control de los padres”. Además, aconsejó un máximo de una hora diaria para los chicos pequeños y hasta tres horas para los más grandes. El exceso de pantallas provoca síntomas que requieren atención. Enrojecimiento, ardor, picazón y dolores oculares son cada vez más frecuentes. “En pacientes con antecedentes de miopía, el uso excesivo puede desencadenar o agravar la patología”, advirtió Battauz, reforzando la importancia de la prevención y el control médico regular.