El jefe narco que se hizo cargo y dejó libres a sus cómplices en Neuquén
Policiales21/08/2025
Sergio Bustos
La droga secuestrada.
En apenas once días, la Justicia de Neuquén cerró un caso de narcotráfico que tenía en vilo a la región. Ocho personas fueron condenadas este miércoles, entre ellas el cabecilla Braian Adrián Pérez, que recibió seis años de prisión efectiva.
El resto de la banda obtuvo condenas condicionales. Todos aceptaron su responsabilidad en una audiencia de procedimiento abreviado y evitaron un juicio largo. “Los nombrados se dedicaban a la venta de drogas al menudeo desde abril hasta agosto”, explicó la fiscal Eugenia Titanti.
El Ministerio Público Fiscal detalló que Pérez coordinaba la actividad, daba órdenes y concentraba las ganancias. Sus colaboradores se ocupaban de vender estupefacientes o prestar billeteras electrónicas para cobrar a los clientes.
La investigación arrancó en abril y culminó el 8 de agosto con allanamientos en Neuquén y Senillosa. Allí se secuestraron 6,3 kilos de cocaína, 2,2 kilos de marihuana, 1,5 millones de pesos, dólares, pesos chilenos, armas de fuego y hasta una máquina contadora de billetes.
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La lista de imputados incluyó a Rosana Beatriz Pérez, Alan Darío Tarifeño, Franco Agustín Rojas, Martín Alejandro Matus, Julieta Rocío Guerrero, Yamila Soledad Aveiro y Mauro Julián Vázquez. Todos aceptaron la acusación y recibieron tres años de prisión condicional.
Algunos también fueron condenados por tenencia ilegítima de armas de fuego. “Se hallaron diez armas en poder de la organización”, destacó el fiscal Bruno Miciullo al presentar la evidencia.
El juez Marco Lupica Cristo avaló el acuerdo y dispuso decomisos millonarios. Entre los bienes incautados se cuentan tres camionetas, cuatro motos de alta gama, un VW Vento, bicicletas de competición y una vivienda usada como punto de venta.
El inmueble pasará a funcionar como centro de rehabilitación para personas con adicciones, según ordenó la Justicia en la sentencia.
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La fiscalía subrayó que la rapidez del proceso fue posible por la confesión y la aceptación de los hechos por parte de los acusados. El procedimiento abreviado permitió fijar condenas sin demoras.
La causa expuso la logística de un grupo que operaba en distintos barrios. Los investigadores reconstruyeron cómo Pérez centralizaba el negocio y delegaba tareas en su círculo cercano.
La policía provincial siguió los movimientos durante meses hasta concretar los allanamientos simultáneos que desarticularon la organización.
La decisión de Pérez de asumir toda la responsabilidad fue determinante para el resultado. Se convirtió en el único condenado a prisión efectiva, mientras sus cómplices evitaron la cárcel.
Para la Justicia, el caso marcó un precedente en la provincia por la magnitud de la operación y la rapidez de la condena. El mensaje quedó claro: el delito se castigó, pero con una salida abreviada que dejó en libertad a la mayoría de los involucrados.
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