

Luciano Castro y Gonzalo Heredia dejaron atrás una amistad que parecía inquebrantable. La relación, que nació en los sets y se afianzó con los años, se resintió durante la obra Desnudos y nunca volvió a ser la misma.


En los camarines empezó el distanciamiento. Según contó Paula Varela en Intrusos, el clima se volvió espeso tras la separación de Castro y Sabrina Rojas, también parte del elenco.
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El ingreso de Flor Vigna al corazón del actor agudizó la tensión. Castro esperaba el respaldo de su amigo frente a la incomodidad de compartir escenario con su expareja, pero no lo sintió de ese lado.
“Lo que Luciano esperaba de Gonzalo era: ‘che, corramos a Sabrina de la obra’”, relató Varela. El silencio de Heredia caló hondo y marcó un punto de quiebre.
Castro se bajó de la obra y el vínculo quedó herido. Según la periodista, Heredia y Brenda Gandini se acercaron más a Rojas, lo que profundizó la distancia.
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La personalidad de Castro, descrita como “enojada y caprichosa” por quienes lo conocen, también influyó. El resto del elenco no buscó retenerlo y aceptó su decisión.
La relación entre ambos venía de larga data. Desde Valientes en 2009 compartieron proyectos y hasta planes de escritura conjunta. Sin embargo, las diferencias artísticas y económicas también hicieron mella.
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Mientras Castro buscaba propuestas más rendidoras en taquilla, Heredia se inclinaba por proyectos con vuelo literario. Esa disparidad amplió la grieta y selló caminos distintos.
Hoy, el panorama no muestra reconciliación. Castro y Heredia siguen distanciados y sin proyectos en común, dejando atrás una de las amistades más fuertes del teatro argentino.
Fuente: Infobae


















