Turismo en España
La discusión sobre la tasa turística volvió a instalarse en España y suma posiciones encontradas. Mientras algunas comunidades ya la aplican, como Cataluña y Baleares, otras ciudades impulsan proyectos propios, y desde Andalucía proponen que se convierta en un impuesto de carácter nacional.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, aseguró que su administración no tendría inconvenientes en avanzar con una tasa turística en la región, siempre que exista acuerdo entre el sector empresarial y los ayuntamientos. Según explicó, un consenso a nivel estatal daría mayor estabilidad y atractivo al impuesto, beneficiando a un país que es considerado una potencia mundial en materia de turismo.
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En paralelo, el Ayuntamiento de Vigo confirmó que este viernes aprobará el inicio del procedimiento para implantar su propia tasa turística. La medida coloca a la ciudad gallega en la misma senda que A Coruña y Santiago de Compostela, que comenzarán a cobrarla en septiembre y octubre respectivamente.
El alcalde Abel Caballero detalló que, de acuerdo con lo que establece la ley, se abrirá una consulta pública de 20 días hábiles para recoger opiniones de la ciudadanía y del sector privado. El Gobierno municipal pretende dialogar con empresarios antes de establecer definitivamente la aplicación del impuesto.
El esquema previsto contempla que los turistas paguen entre uno y 2,5 euros por persona y noche, con un máximo de cinco noches, dependiendo de la categoría del alojamiento. Para el alcalde, se trata de un aporte menor que permitirá cubrir parte del gasto público destinado al mantenimiento de la ciudad y a la atención de los visitantes.
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Caballero sostuvo que la tasa no debe ser vista como un castigo al turismo, sino como un gesto de cooperación de quienes eligen visitar Vigo. “Es la forma de sostener y compensar el desgaste que produce la actividad turística en la ciudad”, afirmó.
El debate se amplía a nivel nacional, donde la posibilidad de unificar criterios genera distintas miradas entre las comunidades. Mientras algunas valoran la autonomía de decidir cómo y cuándo aplicarla, otras consideran que un impuesto homogéneo daría más certezas y previsibilidad.
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