Diego Torres
Diego Torres abrió su primera columna de tecno finanzas y emprendedurismo en el programa #MODO17 con un enfoque en el mundo de las criptomonedas, un tema que despierta entusiasmo pero también dudas en buena parte de la sociedad. El punto de partida fue una inquietud habitual: la desconfianza hacia las billeteras virtuales y la seguridad de las transacciones digitales. El columnista planteó que este temor no debe interpretarse como un error, sino como una reacción natural del cerebro ante lo desconocido. En sus palabras, “el miedo es una herramienta que tenemos cableada desde hace miles de años y la forma de combatirlo es conociendo lo desconocido”, por lo que la capacitación se vuelve central antes de ingresar en un ecosistema financiero de riesgo.
Torres recordó que el concepto de economía del conocimiento comenzó a hablarse en los años 80, cuando se entendió que la principal fuente de valor ya no era la tierra ni las fábricas, sino el saber aplicado. Según explicó, en épocas pasadas la riqueza se vinculaba con la posesión de campos o con la acumulación de capital industrial, mientras que hoy se asienta sobre la capacidad de aprender y adaptarse. A partir de esa idea, recomendó a los oyentes que antes de pensar en inversiones de alto rendimiento inviertan en sí mismos: “Si me preguntan dónde invertir, primero en tus conocimientos. Invertí en capacitarte y después vas a invertir en lo correcto desde una posición de fuerza”, expresó.
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El columnista derribó el mito de que hace falta un capital inicial elevado para ingresar al mercado cripto y advirtió sobre la ilusión de ganancias rápidas. Explicó que en finanzas corporativas existe un principio inalterable: riesgo y rendimiento son dos caras de la misma moneda. “A mayor riesgo vas a requerir más rendimiento, y cuando alguien te ofrece algo de mucho rendimiento con poco riesgo, te está mintiendo”, señaló, al tiempo que advirtió que las criptomonedas tienen alto riesgo y por eso ofrecen alto rendimiento, pero nunca garantizan millonarios inmediatos. La recomendación fue clara: comenzar con poco dinero para aprender, equivocarse en pequeño y recién después aumentar la inversión.
En ese marco, Torres recordó que Argentina es uno de los países con mayor adopción de criptomonedas a nivel global, producto de la inestabilidad económica y de la necesidad constante de buscar refugios de valor alternativos. Explicó que el país ocupa un lugar destacado, cerca del cuarto o quinto puesto mundial en adopción cripto, y que esta tendencia responde a la creatividad del argentino promedio para encontrar soluciones en un contexto inflacionario crónico. Sin embargo, aclaró que la adopción general todavía es baja en términos proporcionales y que “cuando decimos que alguien tiene cripto, en muchos casos se trata solo de haber interactuado con alguna aplicación”.
Torres puso especial énfasis en la accesibilidad de las herramientas digitales que hoy facilitan el ingreso al universo cripto. Señaló que aplicaciones como Lemon, Ripio o Belo están diseñadas para usuarios con poco conocimiento y permiten operar de manera intuitiva, incluso más simple que un homebanking. “Son muy parecidas a Mercado Pago y permiten empezar a interactuar con bajo riesgo y bajo conocimiento”, explicó, destacando que esta puerta de entrada democratiza la experiencia y reduce la barrera de entrada a un ecosistema que antes parecía reservado a expertos.
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El espacio radial también abrió la puerta a reflexiones sobre el mundo del emprendedurismo y las distintas formas de medir el éxito en los negocios. Torres, puntualizó que el éxito financiero suele considerarse cuando un emprendedor logra vender su empresa a una compañía más grande, lo que en el mundo corporativo se conoce como exit. Sin embargo, aclaró que el verdadero logro está en construir un producto o servicio que la sociedad demande y que se sostenga en el tiempo. “Ese es el verdadero éxito, porque te permite tener un negocio sustentable, que puede generar ganancias graduales y reales a lo largo de los años”, puntualizó.
En este punto, Torres remarcó que no existe éxito inmediato en el ecosistema emprendedor. Contó que “vos tenés un buen negocio y vas a estar dos, tres o cuatro años remando hasta que empiece a darte una ganancia significativa”, ya que durante los primeros años las utilidades se reinvierten en stock, infraestructura, publicidad o redes sociales. Lo esencial, aseguró, es encontrar el market fit, es decir, el encaje entre el producto y la demanda real de la sociedad, como sucede con los pequeños emprendimientos locales que logran instalar un producto novedoso en el mercado.
El columnista advirtió que el camino del emprendedor está plagado de fracasos y que ese aprendizaje forma parte de la experiencia. Dijo que “muchos emprendedores fracasan una y otra vez hasta que eventualmente algunos la pegan, y eso significa haber encontrado el producto o servicio que el mercado realmente demanda”, por lo que la clave está en capitalizar cada error como parte del proceso formativo.
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La columna concluyó con una invitación a los oyentes a acompañar este nuevo espacio semanal, donde se abordarán temas de tecnología, finanzas y experiencias emprendedoras con un lenguaje accesible. Torres agradeció el recibimiento y afirmó que “emprender es un proceso de aprendizaje impresionante, y la idea es que en este espacio podamos crecer entre todos”, anticipando que cada lunes se presentarán nuevas herramientas y conceptos para aplicar en la vida cotidiana.
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