El uranio vuelve al centro de la escena por el boom global de energía nuclear

La energía nuclear volvió a estar en boca de todos. En un contexto global de cambio climático y tensiones geopolíticas, la demanda de uranio se disparó y podría crecer un 28% de acá a 2030. El dato lo reveló la Asociación Nuclear Mundial (WNA), que encendió alertas y entusiasmo en igual medida.

“Para 2040, se estima que la demanda superará las 150.000 toneladas métricas anuales”, detalló el informe. Hoy se consumen 67.000. La proyección duplica con creces los niveles actuales y pone presión sobre el sistema de producción.

Los países que antes ponían freno a lo nuclear ahora pisan el acelerador. “Varios gobiernos están reescribiendo sus políticas y sumando esta fuente a su matriz energética”, sostiene el documento. Las razones son claras: necesidad de autonomía energética y reducción de emisiones.

OTRAS NOTICIAS

Neuquén logra un récord exportador y supera en ventas externas a toda la región de Cuyo

El informe también advierte que la capacidad actual de producción no alcanzará para cubrir la demanda futura. Si no se reabren minas cerradas y no se activan nuevos proyectos, podrían aparecer cuellos de botella después de 2030.

“Entre el hallazgo de un yacimiento y su explotación pueden pasar hasta 20 años”, asegura el informe. Por eso, el reloj ya empezó a correr.

El informe también destaca el impulso de los reactores modulares pequeños, una tecnología más ágil y menos costosa, que empieza a ganar terreno. Actualmente, la capacidad nuclear global es de 398 gigavatios, y se espera que suba a 746 GWe para 2040, un aumento del 87%.

OTRAS NOTICIAS

Puerto Madryn fue epicentro de un debate candente sobre prensa libre e inteligencia artificial

La producción mundial de uranio creció un 22% entre 2022 y 2024, alcanzando 60.213 toneladas. A corto plazo, el suministro parece asegurado. Pero más adelante, el escenario cambia. La mitad de las minas actuales dejarán de producir en la década siguiente.

En paralelo, las tensiones generadas por la guerra en Ucrania afectaron los mercados de enriquecimiento, lo que también suma presión sobre la cadena de suministro.

El mensaje es claro: el mundo volvió a mirar al uranio. Y el mercado ya se mueve al ritmo del reactor.

Fuente: Reuters