

La última emisión de Buenas Noches Familia dejó una de las escenas más intensas de la televisión reciente. Guido Kaczka, siempre firme ante relatos difíciles, terminó quebrado en vivo.


El motivo fue la confesión de un joven que se animó a contar cómo perdió a sus dos padres en plena pandemia de COVID-19. “Los había perdido a los dos juntos. El 8 y el 9 de mayo murieron por Covid”, relató, con la voz quebrada.
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La historia no se detuvo ahí. El participante reveló que tras ese golpe sufrió además la traición de un amigo de la infancia. “Un amigo de la primaria me robó la parte de mi herencia. Yo comencé a cantar en los trenes para poder sobrevivir”, confesó.
El clima en el estudio cambió por completo. El joven recordó que no pudo despedirse de sus padres porque fueron internados antes de la llegada de las vacunas. “Mis papás estaban internados por separado. No podía verlos”, explicó.

También evocó una promesa hecha a su padre poco antes de morir. “Yo le dije a mi viejo: conseguí un laburo y pase lo que pase los voy a mantener yo. Pero nadie está listo para perder a los padres”, recordó.
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Kaczka no logró mantenerse al margen. Conmovido, habló directo al participante: “Nos caímos los dos. Son unas historias que son increíbles. Me sentí en tu lugar, me sentí vos”.
El conductor remarcó la fuerza del vínculo con su papá, especialmente por la promesa cumplida. “¿Cantás en el tren? Me mató que le hayas dicho a tu papá que conseguiste trabajo y seguro te escuchó”, afirmó.
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La emoción no se limitó a Guido. Todo el equipo quedó conmovido y él mismo lo reconoció. “El locutor está preocupado por mí porque nunca me vio así. Ni ninguno de ellos me vio así”, admitió.
Ya sobre el final, el conductor dejó una reflexión personal sobre el peso de las historias que atraviesan el programa. “Mi mamá me decía el otro día: ‘no sé cómo aguantás las historias’. Uno aguanta hasta que no aguanta”, cerró, todavía con la voz quebrada.
Fuente: Infobae


















