Horóscopo
Un artículo del New York Times sacudió las certezas astrológicas: el zodíaco occidental estaría corrido unos dos milenios. El motivo, dicen los astrónomos, es la precesión de la Tierra, un movimiento que altera la perspectiva del cielo.
La revelación es fulminante: mucha gente podría haber vivido convencida de un signo equivocado. Si naciste el 25 de agosto creyendo ser virgo, astronómicamente tu Sol estaba frente a leo.
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El fenómeno se llama “precesión axial”. Como un trompo que se tambalea, la Tierra dibuja un círculo en el espacio cada 26.000 años. Ese giro lento mueve las constelaciones un grado cada 72 años.
Los antiguos babilonios fijaron el zodíaco cuando el Sol estaba en aries en el equinoccio de primavera. Hoy, dos milenios después, ese punto recae en piscis. “El resultado es demoledor para la astrología”, apuntó el Times.
A la polémica se suma Ofiuco, el signo olvidado. El Sol atraviesa trece constelaciones, no doce. Pero los babilonios lo dejaron afuera para que el esquema coincidiera con el calendario.
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Los astrónomos señalan además que las constelaciones reales son desiguales. Algunas ocupan más espacio que otras, mientras que la astrología las recortó en segmentos iguales de 30 grados.
Del otro lado, los astrólogos defienden su terreno. “La astrología tropical no se basa en constelaciones, sino en estaciones”, explicó la astróloga Aliza Kelly. Así, aries siempre empieza con el equinoccio de primavera y cáncer con el solsticio de verano.
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Chani Nicholas, otra referente del tema, fue tajante: “Lo sabemos hace siglos, se llama precesión de los equinoccios.” Para ellas, la ciencia reitera viejos debates que no afectan la práctica moderna.
La historia muestra que la astrología siempre resistió: de Galileo a Instagram, supo mutar y sobrevivir. “La astrología es un sistema simbólico que cambia de forma y se adapta a la época”, afirmó la historiadora Dorian Greenbaum.
Fuente: DW / The New York Times
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