La Sociedad Argentina de Pediatría alertó sobre cinco problemas urgentes en la salud infantil

En el marco del 42° Congreso Argentino de Pediatría, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) presentó un diagnóstico que encendió alarmas. El Observatorio de la Infancia y la Adolescencia identificó cinco ejes que amenazan la salud de chicos y adolescentes: escolaridad, vacunación, violencia, nutrición y salud mental.

La directora del observatorio, Ángela Gentile, sostuvo que “lo importante es visibilizar lo invisible para generar un cambio”, y recordó que el objetivo es ofrecer datos desagregados que permitan comprender la situación real en cada jurisdicción. Durante la pandemia, este espacio fue determinante en el debate por la presencialidad escolar, mostrando la necesidad de escuchar a los pediatras en la toma de decisiones.

El bioquímico y epidemiólogo Juan Ignacio Degiuseppe repasó las condiciones en las que crece gran parte de la infancia argentina. “Más de la mitad de los niños y adolescentes del país viven en la pobreza y más de uno de cada diez, en la indigencia”, explicó. A ese panorama se suman carencias en agua potable, cloacas y cobertura de salud, lo que genera un entorno de inequidad difícil de revertir.

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Las cifras muestran mejoras en acceso a servicios básicos a lo largo de cuatro décadas, pero no al ritmo necesario para reducir desigualdades. “No hay que naturalizar la gran brecha socioeconómica entre provincias y dentro de cada distrito”, advirtió Degiuseppe.

María del Valle Juárez, médica del Hospital Gutiérrez, sumó datos sobre vacunación incompleta, malnutrición y violencia escolar. Señaló que uno de cada tres alumnos recibe burlas sobre su aspecto físico y que la prevención del embarazo adolescente sigue siendo una deuda. “La primera mortalidad que hay que reducir es la posneonatal, asociada al entorno familiar y al acceso a servicios básicos”, destacó.

La pediatra Florencia Lución insistió en el rol de la escolaridad como indicador de salud. “La escuela tiene que ser parte de la consulta; preguntar por la asistencia debe ser rutina del pediatra”, afirmó. Alertó sobre la repitencia y el abandono en el nivel secundario, que afecta a dos de cada diez alumnos, muchas veces por trabajo, embarazos no planificados o violencia.

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El observatorio advirtió también sobre la dificultad de contar con datos epidemiológicos actualizados. “Cuesta mucho tener información oportuna, también en vacunación. Es difícil tomar acciones inmediatas con cifras de años anteriores”, señaló Gentile. La SAP reclamó estadísticas de calidad que permitan orientar políticas sanitarias en tiempo real.

Los especialistas subrayaron que, si bien la mortalidad infantil se redujo en el país, persisten desigualdades que impactan en las provincias más vulnerables. Para los pediatras, el abordaje no debe limitarse a peso, talla o vacunas, sino incluir factores sociales, educativos y psicológicos que inciden directamente en la salud futura.

Fuente: LA NACION.