Bolsa de Comercio Buenos Aires
La jornada financiera de este miércoles dejó nuevas señales de tensión en los mercados argentinos. Los bonos soberanos en dólares, tanto Bonares como Globales, sufrieron una caída promedio del 3,3% y el riesgo país saltó 93 unidades para ubicarse en los 1.260 puntos básicos, el registro más elevado desde el 3 de octubre de 2024. El indicador de JP Morgan refleja así el creciente escepticismo de los inversores sobre la capacidad del país para sostener sus compromisos financieros.
El S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires retrocedió un 0,3% en pesos, cerrando en 1.783.520 puntos, con mayoría de bajas entre los ADR de compañías argentinas que cotizan en Nueva York. Los mercados de renta variable y de renta fija acumulan en lo que va del año pérdidas superiores al 30% en dólares, reflejando un escenario de desconfianza y alta volatilidad.
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El contexto político también juega un rol decisivo en la incertidumbre. El presidente Javier Milei viene de sufrir una derrota en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, un revés que encendió dudas sobre su capacidad para ampliar bancas en el Congreso. El escenario se complejiza con el veto presidencial a leyes clave, lo que acentúa el enfrentamiento con la oposición y genera mayor ruido en el plano institucional.
A esto se suma el malestar social por los recortes en áreas sensibles como salud y educación, aplicados en el marco de la política de superávit fiscal. Las protestas se multiplican y condicionan el clima económico, mientras el Gobierno busca desactivar tensiones con la presentación del proyecto de Presupuesto 2026, que promete más fondos para el área social.
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El economista Gustavo Ber señaló que, más allá de algunas dudas sobre las proyecciones macroeconómicas, se valoran los intentos de apertura al diálogo político. “Se aprecia la mayor atención a la demanda social en busca de descomprimir presiones”, opinó el consultor. Sin embargo, los inversores no disipan sus dudas y el riesgo país se mantiene en niveles críticos.
En medio de las presiones, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó en redes sociales que el equipo económico está preparado para escenarios adversos y garantizó que la Argentina cumplirá con todos los pagos de deuda. Desde su visión, los compromisos se honrarán como se hizo desde el inicio de la gestión, descartando de plano una cesación de pagos.
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En paralelo, la provincia de Buenos Aires anunció un acuerdo con bonistas que habían obtenido sentencias firmes en tribunales de Nueva York, en condiciones similares a la reestructuración de 2021. Este entendimiento se suma a pactos alcanzados con acreedores en Alemania y busca desactivar un frente judicial que amenazaba con agravar la situación financiera del distrito más importante del país.
Fuente: Infobae
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