Mou pretende agitar la sombra de “las embajada” tras la rescisión del contrato
Actualidad19/09/2025
Sergio Bustos
Marcelo Mou.
El gobernador Ignacio Torres resolvió rescindir el contrato con Red Chamber Argentina, compañía que administraba la planta de la ex Alpesca desde 2015. El anuncio golpeó de lleno a la pesquera más emblemática de Puerto Madryn y volvió a poner en escena dos décadas de turbulencias.
Torres justificó su decisión en incumplimientos. “Nunca pagaron el canon ni acreditaron las inversiones. Una auditoría avala lo que hicimos”, afirmó el mandatario al presentar el decreto. También puso en duda la supuesta identidad estadounidense de la firma. “No tiene vínculo legal acreditado con Red Chamber Company de Estados Unidos”, subrayó.
La empresa rechazó el argumento oficial. “La decisión carece de sustento jurídico, no fue precedida por licitación ni procedimiento administrativo alguno”, replicaron. En paralelo, anunció que invertirá recursos legales y diplomáticos para revertir la medida.
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El conflicto actual remite a una historia plagada de cambios de manos y episodios oscuros. Alpesca nació bajo el paraguas de Alpargatas, que la administró hasta comienzos de siglo. En 2001 fue vendida a la sudafricana Irvin & Johnson, que la operó hasta 2010.
A partir de ese momento, la empresa cayó en un laberinto de propietarios y manejos irregulares. En 2011 fue adquirida por el Grupo Baldino, que no logró estabilizarla. Un año más tarde apareció Omar “El Cura” Segundo, luego condenado por narcotráfico.
En 2013 la planta pasó a manos de Otero y Rosa Chico, en otro proceso signado por cuestionamientos judiciales. En 2014 asumió el empresario Renato Aleua, pero la situación financiera era insostenible y el vaciamiento ya era evidente.
Ese derrumbe llevó al entonces gobernador Martín Buzzi a expropiar los bienes y convocar a Red Chamber, que tomó posesión en 2015. En aquel momento absorbió a los 600 trabajadores que habían quedado a la deriva.
La compañía se presentó como un salvataje. Construyó el buque tangonero Patagonia Queen, reflotó tres barcos semihundidos —Cabo Vírgenes, Promarsa II y Promarsa III—, y sumó un buque fresquero. Además, levantó un muelle de descarga en Rawson.
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El contrato firmado con la Provincia establecía que Red Chamber tendría exclusividad para adquirir los bienes expropiados hasta que se completara el proceso legal. También fijaba la obligación de pagar un canon, que según el gobierno nunca se cumplió.
Hoy la relación está quebrada. La Provincia exige la devolución de los activos de la ex Alpesca y reclama $2.520 millones en cánones locativos adeudados. Red Chamber contraataca con la promesa de iniciar acciones judiciales y advertencias sobre inseguridad jurídica.
El impacto social es inmediato. Mañana arranca una movilización de trabajadores en Chubut, mientras Rawson ya muestra carteles en defensa de la planta. El temor por la continuidad laboral atraviesa a cientos de familias de Puerto Madryn.
El secretario de Pesca, Andrés Arbeletche, ahora a cargo de la ofensiva oficial, fue en el pasado abogado de la propia Red Chamber. Asegura que asesoró también a otras pesqueras y que su gestión busca “ordenar un proceso opaco”.
La resolución firmada por Torres incluye un punto llamativo: prevé un traspaso ordenado de activos y personal a una nueva arrendataria. En la provincia circula con fuerza el nombre de la empresa española Profand como posible reemplazo.
La saga de Alpesca muestra cómo una compañía emblemática terminó atrapada en un ciclo de manejos dudosos, promesas incumplidas y disputas judiciales. La rescisión de Torres no solo abre un nuevo frente con Red Chamber, sino que reaviva un pasado cargado de nombres y episodios que marcaron a la pesca chubutense.
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