Tiraron al piso los libros de la primera biblioteca popular de Chubut, que fue demolida

La comunidad de Valle “C” vive con indignación lo ocurrido en la Escuela 91, donde los libros de la histórica Biblioteca Nicolás Avellaneda fueron encontrados tirados en el piso luego de que un tráiler retirara el mobiliario antiguo. “Nos tiraron la historia del barrio”, denunció Mario Quinteros, referente de los jubilados y antiguo poblador de la zona.

La biblioteca, fundada en 1932, fue reconocida como la primera de carácter popular en Chubut. Su acervo incluía ejemplares con registros de 1940 y volúmenes de 1922, que hasta hoy eran resguardados como parte del patrimonio cultural de la comunidad. “Era hermosa la biblioteca, era un lujo la biblioteca”, recordó Quinteros con nostalgia al diario Crónica de Comodoro.

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El dirigente vecinal relató que el hecho no es aislado y que arrastra un antecedente doloroso. Durante la gestión del exgobernador Martín Buzzi, el edificio original de la biblioteca fue demolido en un operativo realizado un domingo, pese a los intentos de vecinos y referentes sociales por conservarlo. “La tiraron abajo y desapareció la mueblería que tenía un valor histórico tremendo”, señaló.

La situación generó aún más malestar por la falta de claridad sobre el destino del mobiliario. Según los testimonios recogidos en el lugar, el cargamento fue trasladado hacia la localidad de Camarones. “Vinieron de Camarones y se roban la historia de nuestro barrio”, sostuvo Quinteros.

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La Policía de Laprida debió intervenir y labró un acta de constatación, dejando custodia para resguardar los libros que permanecían esparcidos en el patio escolar. Algunos vecinos, preocupados por la posibilidad de lluvias, recogieron actas de 1946 para preservarlas.

La relación de la comunidad con la biblioteca es profunda y trasciende lo material. Quinteros recordó que de niño pasaba horas en sus instalaciones aprendiendo dactilografía y leyendo textos que marcaron generaciones. “Salía de la escuela, me iba a casa, tomaba un té y volvía a la biblioteca”, rememoró.

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El malestar vecinal también surge de la incertidumbre respecto al futuro del espacio cultural. Había versiones de que podría reinstalarse en las ex oficinas de YPF, pero los hechos recientes dejaron dudas. “No sé a quién le entró el apuro para llevarse el mobiliario que le corresponde a este barrio”, expresó el referente comunitario.

La pérdida simbólica se suma a la material. Los vecinos reclaman que tanto los muebles como los libros regresen a Valle “C” y que se respete el valor histórico de una institución que forma parte de la identidad barrial. “Grito para que eso aparezca y vuelva a su origen que es barrio Sarmiento, Valle ‘C’”, concluyó Quinteros.

Fuente: Diario Crónica, Del mar Digital