El dengue aumenta con la primavera y alertan por reforzar la prevención en todo el país

Con la llegada de los primeros días cálidos, el dengue vuelve a encender las alarmas sanitarias en la Argentina y en toda la región. Lo que alguna vez fue un virus acotado a zonas tropicales hoy se transformó en un problema extendido que afecta tanto a grandes ciudades como a localidades que hasta hace poco se consideraban fuera de riesgo.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2024 se reportaron más de 12,6 millones de casos en América Latina, casi el triple que en el año anterior. De esa cifra, 21.000 fueron graves y más de 7.700 personas fallecieron, con Brasil, Argentina, México y Colombia entre los países con mayor número de contagios.

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El mosquito Aedes aegypti, principal vector de la enfermedad, se adaptó a nuevos ambientes y amplió su período de actividad, lo que lo convierte en una amenaza que ya no se limita al verano. La combinación de lluvias intensas, altas temperaturas y humedad persistente le ofrece condiciones ideales para reproducirse durante todo el año.

El doctor Rodolfo Luján, infectólogo, explicó que “el Aedes aegypti necesita muy poco para reproducirse: apenas unas gotas de agua estancada y algo de calor. El cambio climático le da cada vez más margen para proliferar”. Esta adaptación significa que incluso los pequeños recipientes en patios o balcones pueden convertirse en criaderos activos si no se limpian de manera periódica.

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El dengue puede presentarse en más de una ocasión en la misma persona porque existen cuatro serotipos diferentes del virus. La transmisión ocurre exclusivamente por la picadura del mosquito infectado, lo que vuelve central la eliminación de recipientes con agua acumulada, desde macetas hasta canaletas obstruidas o bebederos de mascotas. Cada criadero eliminado es un paso más en la reducción de riesgos para toda la comunidad.

Los especialistas remarcan que la prevención debe ser compartida. “No se trata solo de una cuestión individual. La prevención es una responsabilidad colectiva entre ciudadanos, instituciones y autoridades sanitarias”, insistió Luján. El uso de repelente, la colocación de mosquiteros, la limpieza frecuente de recipientes y la concientización barrial aparecen como acciones indispensables en un escenario en el que la enfermedad dejó de ser estacional para convertirse en un problema permanente.

Fuente: NA.