Senadora rionegrina busca blindar el sistema nuclear ante la avanzada privatizadora
Política21/09/2025
Sergio Bustos
Senadora García Larraburu.
El sistema nuclear argentino vuelve a estar en disputa. El Gobierno nacional impulsa su privatización a través de la Ley Bases y enciende alarmas en el Congreso.
Desde Río Negro llegó la primera reacción firme. La senadora Silvina García Larraburu presentó un proyecto de ley que declara al sector nuclear “bien estratégico, inalienable e inembargable”.
El texto alcanza a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), Dioxitek, la Planta de Agua Pesada y la de Enriquecimiento de Uranio.
La legisladora fue tajante en su diagnóstico. “La privatización no tiene justificación técnica ni financiera, NA-SA es una compañía superavitaria y eficiente”, sostuvo.
Advirtió que la venta de la empresa estatal “significaría desmantelar un sector estratégico y subordinar el futuro de la Nación a intereses de corto plazo”.
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La disputa se da en un momento sensible. La Ley Bases habilita al Ejecutivo a avanzar sobre activos estatales, y el sector nuclear aparece como uno de los más codiciados.
Nucleoeléctrica Argentina tiene a su cargo la operación de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse, tres piezas centrales en el esquema energético del país. Su capacidad tecnológica es reconocida incluso a nivel internacional.
En paralelo, se sumaron voces desde el ámbito científico. Adriana Serquis, ex presidenta de la CNEA y actual candidata a diputada, alertó que “la CNEA dejaría de tener injerencia sobre la política de Nucleoeléctrica si cede sus acciones al Ministerio de Economía”.
La investigadora subrayó que la CNEA fue responsable de formar a los profesionales que repararon las centrales y de impulsar proyectos de innovación en materia nuclear. “No podemos permitir que esto suceda”, escribió en X.
El apoyo a la iniciativa no se limita al Senado. Diputados de Unión por la Patria presentaron un proyecto para derogar el artículo 8 de la Ley Bases y blindar el sector nuclear como 100% estatal.
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Entre los firmantes figuran Gabriela Estéves, Pablo Carro y Florencia Carignano. El texto propone declarar al sistema nuclear como “bien estratégico, no enajenable”.
El debate promete instalarse en el centro de la agenda parlamentaria. Mientras el oficialismo insiste en abrir las puertas al capital privado, la oposición argumenta que la energía nuclear forma parte de la soberanía nacional.
La historia respalda esa visión. Desde la creación de la CNEA en 1950, la Argentina construyó un entramado científico y tecnológico que colocó al país entre los pioneros del mundo en energía nuclear.
Los hitos incluyen la puesta en marcha de Atucha I en 1974 y la consolidación de INVAP, empresa estatal que exporta tecnología a distintos países. Ese capital acumulado corre riesgo si el sistema se fragmenta en manos privadas.
Para García Larraburu, la defensa del sector es una cuestión de Estado. “Blindar lo que funciona y da resultados es proteger la soberanía energética y tecnológica del país”, afirmó.
La pulseada recién comienza, pero la tensión ya es evidente. El sistema nuclear, orgullo histórico de la ciencia argentina, se convirtió en el nuevo campo de batalla entre el oficialismo y la oposición.
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