El campo liquidó US$ 7.000 millones en tres días y el Gobierno dio por terminada la baja de retenciones

Política25/09/2025

Campo argentino

El Gobierno confirmó que el campo liquidó exportaciones por US$ 7.000 millones en apenas tres días hábiles, lo que marcó el final anticipado de la medida de retenciones cero establecida por el decreto 682/2025. El beneficio, que se esperaba que se extendiera hasta fines de octubre, quedó sin efecto tras cubrirse el cupo previsto en la normativa.

La Agencia Federal de Recaudación y Comercio Agroexportador (ARCA) fue la encargada de difundir el anuncio. “Se ha alcanzado la registración del cupo de siete mil millones de dólares previsto por el decreto 682/2025, por lo que se ha dado de baja la opción de registración de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) amparadas por el beneficio”, indicó el comunicado oficial.

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El mercado reaccionó de manera inmediata al cambio de reglas. En apenas 72 horas se registraron Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior por más de US$ 4.180 millones, lo que aceleró la liquidación de divisas y permitió llegar rápidamente al tope fijado por el Ejecutivo. La intención inicial había sido reforzar las reservas del Banco Central mediante una entrada extraordinaria de dólares.

La medida sorprendió por su brevedad. El decreto establecía la alícuota cero para todos los granos, la carne vacuna y aviar hasta el 31 de octubre o hasta alcanzar el cupo de US$ 7.000 millones, lo que ocurriera primero. Con el objetivo cumplido en tiempo récord, las retenciones vuelven a regirse por el esquema previo, con alícuotas reducidas respecto de las vigentes hasta julio, pero no en cero.

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Vale recordar que en enero el Gobierno había dispuesto una rebaja temporal de 20% en las retenciones de los principales granos hasta el 30 de junio. En ese momento, la alícuota para el poroto de soja bajó del 33% al 26%, mientras que para harina y aceite pasó del 31% al 24,5%. En el caso del maíz y el sorgo, se redujo del 12% al 9,5%, al igual que en trigo y cebada.

Finalizado ese período, las alícuotas volvieron a subir en julio, aunque el Ejecutivo optó luego por consolidar un esquema más bajo de manera permanente a través del decreto 526/2025. Con el nuevo marco, la baja a cero fue planteada como una medida transitoria y de impacto inmediato para acelerar el ingreso de divisas.

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La reacción del sector exportador fue contundente. Productores y acopiadores aprovecharon la ventana excepcional para registrar operaciones en volúmenes que superaron las expectativas oficiales. La magnitud de la liquidación muestra el peso de las decisiones fiscales sobre el ritmo de las ventas externas y la necesidad de previsibilidad en las reglas de juego.

Desde el Ejecutivo remarcaron que la prioridad es garantizar el flujo de dólares para estabilizar el mercado cambiario y fortalecer las reservas. El objetivo de corto plazo fue cumplido, aunque queda en evidencia la volatilidad que genera un esquema condicionado a cupos y plazos reducidos.