Detuvieron al caminante que unió Ushuaia con Salta por robo, estafa y extorsión

Policiales25/09/2025

Caminante peregrino

El caso de Marcelo Agüero, conocido como “el peregrino del Milagro”, dio un giro inesperado en las últimas horas. Fue detenido en General Güemes cuando continuaba su caminata hacia Salta mientras acumulaba denuncias por estafa, extorsión y robo. La imagen de fe y sacrificio que construyó durante su recorrido de más de 4.000 kilómetros se desplomó ante el avance de la investigación judicial.

Las primeras sospechas surgieron en Río Gallegos, donde un vecino denunció que lo alojó en su casa y luego notó la desaparición de pertenencias. “Me di cuenta de que me faltaban cosas, entre ellas un anillo de oro valuado en más de dos millones de pesos”, relató el denunciante, que radicó la causa en la Comisaría Sexta de Santa Cruz. La identidad de Agüero empezó a circular en redes con advertencias de personas que contaban experiencias similares.

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La polémica creció en Salta. El dueño de un hostal aseguró que el supuesto peregrino se alojó en su establecimiento y huyó sin pagar, llevándose objetos de valor. “Confié en él por su fe, pero nunca imaginé que me robaría”, declaró el comerciante, que además presentó grabaciones de cámaras de seguridad como prueba.

A estas denuncias se sumaron acusaciones de empresarios que lo señalaron por amenazas y extorsiones. Según algunos testimonios, durante el viaje no solo pedía comida y transferencias de dinero, sino que incluso vestía una campera llena de logos publicitarios y aseguraba que buscaba batir un récord Guinness. El contraste entre el relato épico y las acusaciones penales instaló dudas sobre el verdadero trasfondo de su peregrinación.

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Lo más grave salió a la luz con su detención: Agüero sería un exconvicto con antecedentes por secuestro y abuso sexual. La Policía de General Güemes lo interceptó tras nuevas denuncias de comerciantes que afirmaron haber sido víctimas de estafas y amenazas. Según el expediente, utilizaba la fachada de su viaje religioso para obtener dinero y mercadería, y cuando no recibía colaboración reaccionaba con intimidaciones.

En paralelo, Agüero mantuvo activa su presencia en redes sociales. Publicaba fotos de su recorrido, agradecía apoyos y anunciaba futuros destinos como San Antonio de los Cobres. “Dormí a la intemperie en la nieve, con 20 grados bajo cero. Lo hice por el país, por el mundo”, dijo en una de sus últimas entrevistas, intentando sostener la versión de un viaje espiritual.

El contraste entre ese discurso y las denuncias lo dejó acorralado. En su defensa, había difundido un video en el que se mostraba como víctima de una campaña en su contra, pero los testimonios en su contra crecieron y se sumaron a las causas ya abiertas en diferentes provincias.

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La fiscalía de General Güemes busca ahora unificar las investigaciones. El objetivo es determinar el alcance de los delitos atribuidos a Agüero y definir responsabilidades en una trama que mezcla fe popular, abuso de confianza y antecedentes delictivos.