UNA INACEPTABLE AMENAZA DE DIRIGENTES DEL STIA

El conflicto gremial en Puerto Madryn suma un nuevo capítulo, esta vez con fuertes críticas hacia los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA). Sus declaraciones y amenazas encendieron el clima político.

Dirigentes como José Díaz y Oscar Hughes protagonizaron una protesta con un tono altamente confrontativo. "Qué vergüenza, no los tienen que apoyar" exclamó Díaz en una arenga contra el jefe comunal, en un lenguaje que fue calificado como inapropiado.

Las críticas al gobierno provincial se mezclaron con insultos y ataques verbales que generaron rechazo en amplios sectores de la sociedad. Según Díaz, "ni en los peores gobiernos impidieron el paso para protestar", pero su forma de expresar el malestar resultó controvertida. Así lo hizo conocer el sitio Parte de Pesca, con video incluido, el día 20 de diciembre.

Oscar Hughes también responsabilizó al gobernador Torres y utilizó frases incendiarias que fueron vistas como un intento de polarizar aún más el conflicto. Analistas cuestionaron la falta de autocontrol en los discursos de los dirigentes gremiales.

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La movilización, que surgió tras el intento de frenar la aprobación de la Ley de ART, expuso también la incapacidad del gremio para negociar sin recurrir a medidas extremas. Los manifestantes denunciaron que los colectivos fueron detenidos por orden gubernamental, pero sin presentar pruebas claras. "Fue orden de Nacho Torres que no pasen," aseguró Díaz, una afirmación que no fue respaldada con evidencias concretas.

El tono de la protesta escaló a una amenaza directa contra el gobernador. "Cada vez que venga Nacho Torres, vamos a ir con todos los de la pesca," advirtió Díaz, generando preocupación por el carácter intimidatorio de sus palabras.

En la protesta frente al Palacio Comunal, los dirigentes increparon duramente al intendente local, quien intentó mantener la calma ante los ataques. "No los tienen que apoyar porque son unos hijos de mil putas," arremetió Díaz, un lenguaje que desvirtuó el reclamo gremial. Las críticas también se extendieron al Ministro de Seguridad, Federico Iturrioz. "Le pregunté a Iturrioz ¿Qué te dijo Nacho?" sostuvieron los gremialistas, en una acusación que no fue confirmada oficialmente.

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La frustrada movilización a Rawson generó un clima de tensión, pero también expuso la falta de organización y liderazgo del STIA. Según los dirigentes, los colectivos que trasladaban manifestantes cumplían con todas las normativas, pero las versiones oficiales señalan que hubo irregularidades administrativas.

José Díaz también utilizó calificativos como "terribles hijos de puta" para describir al gobierno provincial, lo que generó críticas incluso entre sectores que suelen apoyar al gremio. Las declaraciones encendieron el clima político, pero también alejaron a posibles aliados. Los analistas consideran que el gremio está perdiendo legitimidad al recurrir a insultos y amenazas en lugar de articular demandas claras. "Esto está como Milei, puro autoritarismo," dijo Hughes, en un comentario que fue visto como una generalización sin fundamento. El gremio anunció nuevas movilizaciones en caso de futuras visitas del gobernador, pero analistas advierten que estas acciones podrían generar más rechazo que apoyo. "Vamos a movilizar con fuerza cada vez que venga," afirmaron los sindicalistas, en una postura que refleja más confrontación que propuestas. En redes sociales, los videos de las protestas muestran un lenguaje inapropiado y una falta de estrategia comunicativa que debilita el reclamo. Integrantes del gremio también evidenciaron la creciente distancia con el municipio. "Pelado, no apoyes a esta gente," increpó Díaz al intendente, dejando entrever una falta de autocontrol. La situación genera tensión, pero también plantea preguntas sobre el liderazgo del gremio y su capacidad para representar a los trabajadores sin recurrir a la violencia verbal.