BOLIVIA CELEBRÓ LA ALASITA DEL BICENTENARIO CON ESPERANZA

En un ambiente de tradición y optimismo, Bolivia inició la celebración de la “Alasita del Bicentenario”, una edición especial de la tradicional “fiesta de la miniatura” que este año conmemora los 200 años de la independencia del país. 

En las principales ferias, los asistentes adquirieron miniaturas que representan sus sueños: casas, vehículos, terrenos, títulos profesionales y pasaportes, entre otros. Estas piezas son bendecidas en pequeños altares a través de rituales ancestrales conocidos como “challas”, que incluyen ofrendas de alcohol, vino tinto, flores, azúcar, incienso y otros elementos, con la esperanza de que estos deseos se materialicen.

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“Esta celebración es una exaltación de nuestras tradiciones y una muestra de la evolución de la devoción hacia el Ekeko, dios de la abundancia”, explicó Ana Patricia Huanca, docente de Administración en Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo. Según la experta, la Alasita se ha transformado en un fenómeno cultural que trasciende fronteras y estratos sociales.

El Palacio Quemado, antiguo epicentro político de Bolivia, se convirtió en un escenario simbólico de esta tradición. En la Plaza Murillo, el presidente Luis Arce, junto al vicepresidente David Choquehuanca y varios ministros, participó de la feria, repartiendo miniaturas y billetes en señal de buenos augurios. “Que haya abundancia y prosperidad para toda la familia boliviana”, expresó el mandatario mientras interactuaba con los asistentes.

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Un momento destacado fue cuando una ciudadana entregó billetes en miniatura al presidente, simbolizando el deseo colectivo de estabilidad económica para el país. “Visitamos nuestra tradicional Feria de Alasita en Plaza Murillo, donde compartimos un grato momento con nuestras caseritas. ¡Jallalla nuestras tradiciones!”, publicó Arce en sus redes sociales.

La Alasita, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2017, continúa evolucionando. En las últimas décadas, su alcance se ha expandido, llegando incluso a comunidades bolivianas en el extranjero, como en Argentina. Según Huanca, esta tradición representa un vínculo único entre lo ancestral y lo contemporáneo, fortaleciendo la identidad cultural de los bolivianos.

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La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, destacó que la Alasita es un reflejo del deseo colectivo de construir un mejor futuro. Durante las tres semanas que dura la feria, los visitantes tendrán la oportunidad de adquirir las elaboradas miniaturas creadas por artesanos, reafirmando el valor cultural y la creatividad que caracteriza a Bolivia.