AEROLÍNEAS TAMBIÉN CIERRA LAS OFICINAS DE TRELEW

Aerolíneas Argentinas dejará de atender al público en su oficina céntrica de Trelew desde el 30 de abril. La histórica sede ubicada en la esquina de Rivadavia e Inmigrantes cerrará sus puertas. La atención se trasladará completamente al Aeropuerto “Almirante Zar”, donde funcionará el nuevo punto presencial de contacto con la empresa.

La decisión todavía no fue anunciada de manera oficial por la compañía. Sin embargo, empleados confirmaron que ya recibieron la notificación. El cierre forma parte de una política nacional de reestructuración que busca reducir costos y centralizar servicios.

Según trascendió, no habrá despidos. Los trabajadores que hoy cumplen funciones en la oficina céntrica serán trasladados al aeropuerto. Desde la empresa se comprometieron a mantener los puestos laborales sin modificaciones en las condiciones de contratación.

El cambio genera preocupación entre usuarios frecuentes y vecinos de la ciudad. Muchos de ellos utilizaban la oficina para comprar pasajes, realizar consultas o resolver problemas sin depender de plataformas digitales. Ahora deberán trasladarse hasta el aeropuerto o gestionar todo por internet.

OTRAS NOTICIAS

ES EXCOMBATIENTE Y CON SUS AHORROS CONSTRUYÓ UN TEATRO EN LA PATAGONIA

“Nos sacan una herramienta importante, sobre todo para los que no usamos la web”, expresó Graciela, una vecina de 67 años. Como ella, numerosos adultos mayores o personas sin acceso digital directo verán afectada su posibilidad de atención.

El cierre en Trelew no es un caso aislado. Aerolíneas también cesó operaciones en oficinas físicas de otras ciudades. En febrero cerró en Comodoro Rivadavia y ahora se suman Formosa, Santa Fe, Neuquén y El Calafate. La estrategia parece clara: menos oficinas físicas, más atención virtual.

Desde los gremios que nuclean al personal están en alerta. Acompañan la transición, pero exigen que se respeten las condiciones laborales y se garantice que el traslado al aeropuerto no implique sobrecarga ni perjuicio para el personal.

El traslado al aeropuerto genera dificultades logísticas para los usuarios. El edificio se encuentra a varios kilómetros del centro y no todos tienen vehículo o acceso sencillo. Además, no se informó si se ampliarán horarios o si habrá mejoras en el servicio.

“Van a tener que atender más gente con los mismos recursos”, advirtió un trabajador que pidió reserva. Por ahora, no hay indicios de que la empresa aumente la cantidad de personal o refuerce los canales de atención.

OTRAS NOTICIAS

El cierre impacta además en el paisaje urbano de Trelew. La oficina fue por décadas un punto visible de la aerolínea en la ciudad. Su desaparición simboliza también una pérdida institucional y emocional para la comunidad.

Comerciantes de la zona lamentan la salida de Aerolíneas. “Era una oficina que generaba movimiento. Siempre entraba gente, tomaban café, compraban algo. Ahora eso desaparece”, dijo Martín, dueño de un kiosco vecino.

La noticia se conoció por trascendidos y no por canales oficiales. Esa falta de comunicación directa generó molestias. Los usuarios se enteraron por redes sociales o por medios locales, lo que provocó incertidumbre y confusión.

En plataformas como X (ex Twitter) y Facebook, las críticas no tardaron en aparecer. Muchos reclamaron la poca claridad de la empresa y el trato distante hacia los usuarios del interior del país. “No pueden avisar así nomás”, escribió una usuaria.

El nuevo punto de atención funcionará dentro del edificio del aeropuerto. No se informó si habrá una señalización adecuada, ni qué tipo de atención presencial se ofrecerá. También hay dudas sobre la capacidad del espacio.

OTRAS NOTICIAS

La oficina de Rivadavia quedará vacía desde mayo. No hay información sobre el destino del local ni si la empresa lo devolverá o subalquilará. Por ahora, será un nuevo edificio cerrado en el centro de la ciudad.

La comunidad local pide respuestas. Algunos vecinos y referentes de organizaciones civiles solicitaron que Aerolíneas explique públicamente los motivos del cierre y detalle cómo funcionará la atención futura.

En el Concejo Deliberante, el tema también empezó a circular. Algunos concejales analizan presentar pedidos de informes o declaraciones de repudio por lo que consideran una “pérdida injustificada de servicios”.

Desde Aerolíneas no emitieron ningún comunicado. Tampoco respondieron consultas periodísticas de medios locales. El silencio corporativo solo alimenta las dudas y el malestar.

Trelew no es la única localidad en esta situación. La política de reducción física de la aerolínea parece extenderse a todas las ciudades intermedias. Solo sobreviven las oficinas en grandes capitales o aeropuertos internacionales.

Los trabajadores, mientras tanto, siguen cumpliendo tareas sin cambios. Aguardan definiciones concretas sobre sus nuevas funciones, turnos y lugar de trabajo. La transición se realizará entre abril y mayo.

OTRAS NOTICIAS

El impacto del cierre es también simbólico. Aerolíneas es una empresa pública con fuerte arraigo en muchas comunidades del interior. Su presencia representaba más que un simple punto de atención.

En la ciudad ya circulan versiones de posibles cambios en frecuencias o rutas. Aunque nada fue confirmado, la falta de comunicación alimenta rumores y temores.

En otras provincias hubo manifestaciones o juntadas de firmas. En Trelew, algunos vecinos comenzaron a organizarse en grupos para visibilizar el tema en medios y redes sociales.

La virtualización de la atención no alcanza a todos. En zonas donde la conectividad es limitada o donde el uso digital no está generalizado, estos cambios generan exclusión.

El aeropuerto no tiene las mismas condiciones para trámites simples. Muchas veces, la gente se acercaba a la oficina céntrica solo para consultar horarios o chequear información. Esa función desaparece.

Aerolíneas promete mantener la calidad de la atención. Pero sin datos concretos, los usuarios desconfían. Temen colas, maltrato o falta de respuesta en el nuevo punto de contacto.

La ciudad pierde una oficina histórica y no sabe qué gana a cambio. El vacío que deja Aerolíneas en el centro será difícil de llenar, sobre todo para quienes valoraban el trato directo y humano.

Desde mayo, todo cambiará. Solo quedará el aeropuerto como única puerta física para hablar con la aerolínea. Una decisión silenciosa, sin consulta y con un impacto que aún no se puede medir.