23 años después, la historia del rescate de “Garra” vuelve a unir a la comunidad
Enfoques28/09/2025
REDACCIÓN
Rescate de la Ballena Garra
En Puerto Pirámides, el Día Nacional de la Ballena Franca Austral volvió a poner en foco una historia que cambió un pueblo. La comunidad recordó el operativo de 2002 que liberó a la ballena luego bautizada “Garra” y que, con el tiempo, consolidó una red local de guías, marineros y buzos dedicada a la conservación y al turismo responsable.
El guía ballenero y buzo Claudio Nicolini repasó aquellas horas de tensión y cooperación masiva. “Fue un día muy especial; con el tiempo uno toma conciencia de lo que pasó”, señaló. “Si esto ocurría en otro lugar del mundo, sería un evento enorme; acá toda la comunidad se juntó”, agregó, al describir el operativo que evitó el varamiento definitivo.
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El testimonio incluyó detalles que hoy cobran valor documental. En la sede de la Asociación de Guías Balleneros permanece la boya y tramos de cadena que atraparon a la ballena. Nicolini destacó el registro fotográfico de aquel 25 de septiembre: “Ángel Vélez sacó las únicas fotos que existen, le quedaban pocas del rollo y decidió dispararlas”.
La marea de ayer hizo aún más vívido el recuerdo. “La pleamar coincidió casi con la de 2002; en ese año a las 11.30 se hizo el varamiento intencional para liberar las cadenas”, reconstruyó. Según narró, la maniobra siguió decisiones precisas de capitanes y tripulaciones con larga experiencia en el golfo.
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Aquella experiencia derivó en organización y formación. “Después de Garra tomamos fuerza y nació la Asociación de Guías Balleneros”, contó Nicolini. El ámbito promueve capacitaciones con investigadores y charlas sobre fauna marina, con foco en buenas prácticas y seguridad en el agua.
El intercambio regional se amplió con Chile. “Hicimos vínculos con Caleta Chañaral de Aceituno; ellos trabajan con ballena fin y hacemos intercambios”, explicó. La comparación de comportamientos —ballena franca que permanece en superficie y ballena fin que se alimenta en profundidad— nutre la tarea diaria en ambos litorales.
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El guía subrayó el costado humano de un oficio que se vive como vocación. “Trabajar en el mar es una pasión; hacer lo que a uno le gusta cambia todo”, dijo. “Invito a conocer Pirámides y su historia, con Garra incluida”, añadió, al remarcar el valor cultural y turístico de la localidad.
Las actividades por la fecha reunieron exposiciones, música y encuentros entre protagonistas del rescate. El recuerdo de “Garra” —con registros de identificación previos como “Zarpazo” por marcas en el dorso— permite visibilizar el rol de las familias del mar, el compromiso con la fauna y la continuidad de un trabajo que trasciende generaciones.
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