Las tarifas de energía en la Patagonia superan con amplitud los promedios nacionales

El último reporte del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-CONICET) expuso la fuerte disparidad en los precios de energía que pagan los usuarios de distintas regiones del país. Según el documento, los valores en la Patagonia se ubican por encima del promedio nacional, lo que refleja una realidad compleja para los hogares de la región.

En el caso de la electricidad, las facturas promedio a nivel nacional alcanzan en septiembre de 2025 los $66.349 para usuarios de altos ingresos (N1), $40.524 para bajos (N2) y $47.162 para ingresos medios (N3). Sin embargo, las diferencias jurisdiccionales hacen que los montos finales en la Patagonia superen en muchos casos esos valores.

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El informe explica que “la dispersión de tarifas es multicausal” y responde tanto a las características de cada red como a los marcos regulatorios provinciales y municipales. A esto se suma el impacto de las cargas impositivas y las anomalías regulatorias que, según el estudio, alteran artificialmente los niveles en algunas jurisdicciones.

Un componente central es el Valor Agregado de Distribución (VAD), que puede representar hasta el 56% de la factura final para un usuario de bajos ingresos. Su variación entre provincias explica buena parte de la dispersión de precios que enfrentan los consumidores en cada zona.

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En el gas, aunque se trata de un servicio de jurisdicción nacional, la situación es aún más compleja. Existen más de 90 precios distintos, entre subzonas tarifarias, tarifa social y los beneficios de la Ley de Zonas Frías. En la Patagonia, las facturas resultan sistemáticamente superiores al promedio nacional.

Para los usuarios de Camuzzi Gas del Sur, los precios en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) alcanzan $2,68/m³ para N1, $0,97/m³ para N2 y $1,21/m³ para N3. Esto significa que, mientras los hogares de mayores ingresos pagan apenas menos que la media nacional, los de ingresos bajos y medios enfrentan tarifas más altas que el resto del país.

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El futuro de la Ley de Zonas Frías aparece como un punto central en el debate. El proyecto de Presupuesto 2026 propone derogar su ampliación, lo que implicaría mantener el beneficio solo en la Patagonia, Malargüe y la Puna, pero eliminarlo en las regiones que fueron incorporadas en 2021.

La medida reduciría el costo fiscal del programa, actualmente estimado en $450.000 millones incluyendo la garrafa social. Para los hogares patagónicos, implicaría conservar la asistencia, aunque el debate reabre la discusión sobre la equidad en el acceso a la energía en todo el país.

Fuente: masenergía