La CNEA negocia con Neuquén transferir la operación de la planta de agua pesada
Actualidad09/10/2025
REDACCIÓN
Edificio central de la Comisión Nacional de Energía Atómica
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) avanza en conversaciones con el Gobierno de Neuquén para concretar un cambio estructural en la gestión de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), ubicada en Arroyito. El acuerdo contempla ceder la participación accionaria del organismo nacional en la empresa ENSI, responsable de operar la planta, a cambio del pago de un canon por parte de la provincia.
ENSI es una sociedad estatal integrada en un 51% por Neuquén y en un 49% por la CNEA. Con la eventual transferencia, la provincia pasaría a tener el control total de la gestión operativa y comercial, mientras que la CNEA conservaría la propiedad de la planta y su infraestructura, valuada en más de diez mil millones de dólares.
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La PIAP es considerada la planta de agua pesada más grande del mundo, aunque se mantiene sin actividad desde 2017. Su paralización respondió a la falta de demanda interna y externa, situación que derivó en un esquema de mantenimiento financiado íntegramente por la CNEA. El traspaso permitiría al organismo nacional desligarse de esos costos y enfocar recursos en otras áreas del programa nuclear argentino.
Según trascendió, el convenio proyecta una cesión del uso y gestión por un período no inferior a 25 años. El principal punto de negociación gira en torno al canon que la provincia deberá pagar a la CNEA por el usufructo del activo, una discusión aún abierta entre ambas partes. Neuquén plantea abonar el canon una vez que la planta vuelva a producir, mientras que la CNEA pretende percibirlo desde la firma de los contratos de venta de agua pesada.
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Reactivar la PIAP demandaría inversiones de magnitud, estimadas en decenas de millones de dólares, y un plazo técnico de hasta dos años para su puesta en marcha. La gobernación de Rolando Figueroa busca atraer financiamiento y clientes internacionales interesados en adquirir agua pesada, insumo utilizado por las centrales nucleares que emplean uranio natural como combustible.
En paralelo, la negociación incorpora aspectos tecnológicos y de conocimiento operativo, ya que gran parte del personal con experiencia técnica pertenece actualmente a ENSI. Con el traspaso, Neuquén concentraría tanto el control de la gestión como la operación cotidiana, aunque el dominio legal del activo seguiría bajo la órbita de la CNEA.
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El proceso se enmarca en un acuerdo previo firmado entre la CNEA, ENSI y la provincia para avanzar en la reactivación de la planta. Ese entendimiento también contempla la adecuación societaria de ENSI al Decreto 70/2023, que promueve la transformación de las empresas estatales en sociedades anónimas.
Entre las compañías que manifestaron interés en posibles contratos figura la canadiense Candu Energy, que firmó un memorando de entendimiento con la CNEA para evaluar alternativas de financiamiento y reactivación. Hasta ahora no hubo avances concretos, pero el diálogo permanece abierto y las perspectivas del mercado internacional generan expectativas en la región.
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