Netanyahu confirmó que el Ejército israelí seguirá en Gaza para presionar a Hamás a desarmarse

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que las fuerzas israelíes permanecerán en la Franja de Gaza incluso después del acuerdo de alto el fuego con Hamás, con el objetivo de mantener la presión militar y política hasta lograr su desarme completo. “El Ejército permanece muy adentro de la franja y mantiene todas las posiciones que la controlan”, afirmó en un discurso televisado.

El anuncio se produjo un día después de que el Gobierno israelí aprobara un acuerdo de liberación de rehenes y cese de hostilidades, alcanzado tras meses de negociaciones indirectas con el grupo islamista. Netanyahu remarcó que la presencia militar tiene como propósito asegurar que “Hamás sea desarmado y Gaza desmilitarizada”.

“Si esto se logra de la manera fácil, eso será bueno. Si no, se conseguirá de la manera difícil”, sostuvo el mandatario, quien volvió a justificar la permanencia de las tropas dentro del territorio gazatí como parte de un plan de seguridad a largo plazo.

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Según los términos del acuerdo, Hamás liberará a 20 rehenes vivos y entregará los cuerpos de 28 personas fallecidas, mientras que Israel excarcelará a más de 2.000 prisioneros palestinos. A cambio, el Ejército se retirará parcialmente de algunos sectores de Gaza y permitirá el ingreso de ayuda humanitaria.

Las autoridades confirmaron que camiones con alimentos y suministros médicos podrán acceder al enclave para asistir a los dos millones de residentes afectados por los bombardeos. La mayoría de ellos han sido desplazados varias veces durante los ataques aéreos israelíes.

El acuerdo representa un frágil intento de contención tras dos años de ofensiva israelí, que dejaron a Gaza devastada y con más de 67.000 muertos, según cifras del Ministerio de Salud gazatí. La reconstrucción del territorio sigue siendo incierta ante la falta de acuerdos internacionales y la persistente tensión entre ambas partes.

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Netanyahu reafirmó que la prioridad del Gobierno israelí es “garantizar que Gaza no vuelva a representar una amenaza para la seguridad del Estado de Israel”. En ese sentido, insistió en que no habrá una retirada total hasta que el enclave quede bajo control y Hamás sea completamente desarmado.

En paralelo, diversas organizaciones humanitarias advirtieron sobre la crisis alimentaria y sanitaria en el territorio palestino, donde hospitales, escuelas y redes de agua quedaron prácticamente destruidas. La comunidad internacional continúa reclamando garantías de acceso y seguridad para la población civil.

Fuente: NA.