
La Biblioteca Municipal ya lleva el nombre de Olinda Portaluppi de Walsamakis
Chubut14/10/2025
REDACCIÓN
Con emoción y orgullo, la Biblioteca Municipal adoptó el nombre Olinda Portaluppi de Walsamakis. El acto se realizó este martes 14 de octubre y reunió a autoridades, familiares y vecinos. Un reconocimiento que enlaza historia, memoria y comunidad.


El homenaje destacó la labor cultural y educativa de una referente que marcó generaciones. Participaron la secretaria de Cultura, Liliana Peralta, el concejal Ariel Montenegro y la directora Flavia Carrizo. La ciudad celebró una identidad que late en sus lecturas.
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Nacida en 1922 y fallecida en 2001, Olinda llegó a la Patagonia junto a su esposo César. Inició su camino docente en Las Heras, en la Escuela Nacional Nº 3, y colaboró con el semanario La Página. Forjó raíces entre aulas, palabras y territorio. Luego se radicó en Comodoro Rivadavia y consolidó una carrera educativa ejemplar. Fue maestra, vicedirectora y directora en escuelas emblemáticas, hasta retirarse como supervisora. Su huella pedagógica sigue presente en cada aula abierta.
En paralelo, desplegó una intensa obra: cuentos, poesías, teatro y novelas con mirada sensible. Obtuvo premios y participó en concursos que difundieron su voz. La escritura fue su manera de abrazar a la comunidad y nombrar su tiempo.
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En 1983 coordinó el Taller Literario Municipal durante quince años y animó lecturas colectivas. En 1993 fundó la revista Siluetas para autores locales y artistas visuales. Sembró encuentros que hoy sostienen el ecosistema cultural. La secretaria de Cultura recordó su influencia formativa y su ética de trabajo. “Olinda fue mi directora y marcó profundamente mi camino; tener su nombre aquí es un acto de justicia y gratitud”, expresó Peralta ante un público conmovido.
También hubo palabras de la familia que evocaron su legado afectivo y creativo. “No le alcanzó el tiempo para regalar todo lo que imaginaba; fue la abuela del amor y sembró lectura en casa”, dijo su nuera, Diana Mercado, entre aplausos. El cierre subrayó que la Biblioteca seguirá siendo hogar de escritores y lectores. El proyecto nació por impulso comunitario y voluntad institucional. Un nombre propio que inspira a preguntar quién fue Olinda y a seguir leyendo juntos.
















