El juez al que le anularon una condena hecha con IA respondió con burlas virales
Chubut17/10/2025
Sergio Bustos
Carlos Richieri.
La anulación de una condena penal por el uso de inteligencia artificial desató un escándalo en el fuero judicial de Esquel. La Cámara Penal dejó sin efecto una sentencia firmada por el juez Carlos Richeri tras advertir que uno de sus párrafos había sido redactado con una herramienta de IA. La decisión abrió un debate inédito sobre el uso de tecnología en el sistema judicial argentino.
El caso involucraba un fallo por robo simple. Al revisar la sentencia, los camaristas detectaron un segmento generado por inteligencia artificial y lo consideraron incompatible con la normativa procesal. Por ese motivo, anularon la condena y ordenaron repetir el juicio. El episodio, lejos de quedar en el ámbito técnico, escaló rápidamente en redes sociales.
Lejos de asumir el cuestionamiento con sobriedad institucional, Richeri respondió con ironías públicas y burlas hacia la propia Cámara Penal. Publicó dos videos en sus redes personales donde, en tono paródico, ridiculizó la decisión judicial y descalificó a quienes lo sancionaron.
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En el primer video, titulado “Juez de Esquel usa IA para todo”, aparece con dos corbatas, mirando a cámara y manteniendo un supuesto diálogo con “ChatGPT” desde su celular. En esa escena se pregunta en voz alta “Buen día, ChatGPT, qué voz tan rara que tenés…”, a lo que una respuesta escrita en pantalla dice “Es para responderte mejor”. Luego le consulta qué corbata usar y, cuando el chatbot “elige” la turquesa, él retruca que no le gusta. La secuencia termina con otra recomendación automática: “Entonces la roja es la mejor opción”.
La parodia sube de tono cuando simula pedir ayuda para analizar un video digital. En la pantalla aparece la respuesta: “Lo siento, Carlos, no hay ninguna herramienta forense disponible en todo el mundo, pero en Esquel hay tres iluminados que, sin peritajes ni rigor forense, pueden afirmar si un archivo fue editado con inteligencia artificial”. Con esa frase, Richeri apunta directamente a los tres jueces que anularon su fallo, a quienes acusa de actuar sin respaldo técnico.
El video concluye con una burla abierta: “De los creadores de: La Captura de Pantalla, fotocopiadora de prueba…”. El tono satírico fue evidente. La escena buscó exponer a sus colegas como improvisados, en lugar de responder institucionalmente a la decisión judicial.
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Minutos más tarde, publicó un segundo video titulado “Laboratorio de herramientas forenses contra la IA”. Allí aparece con sobres verdes pegados en la frente, los ojos cerrados y actitud de adivino. Cuando alguien fuera de cámara le pregunta qué hace, responde que está “viendo si está hecho con inteligencia artificial”. La escena ridiculiza el criterio de la Cámara Penal, como si su decisión se basara en métodos absurdos.
Más allá del humor, la actitud de Richeri expone un conflicto grave dentro del Poder Judicial. En lugar de presentar argumentos técnicos o legales, eligió una estrategia de provocación pública que tensiona aún más la relación con sus pares y pone en cuestión su rol institucional.
Al cierre de uno de los videos, lanzó un mensaje que intentó darle sustento a su postura: “Estudien, la formación en la valoración de la evidencia digital es esencial para lograr una justicia mejor”. Aunque la frase busca enmarcar el episodio como un debate técnico, su tono y su puesta en escena lo acercan más a una burla que a una defensa jurídica.
El caso abrió un debate incómodo sobre los límites y responsabilidades en el uso de inteligencia artificial en decisiones judiciales.
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