Las alianzas políticas que reconfiguran el mapa electoral en los 24 distritos del país

Política19/10/2025

El cronograma electoral entró en su recta final y las alianzas ya quedaron oficializadas ante la Justicia Nacional Electoral. Según el informe publicado por Infobae, la distribución territorial de los frentes evidencia un rasgo dominante: cada provincia diseñó su propio esquema de poder, donde conviven acuerdos insólitos, coaliciones que cambiaron de nombre y fusiones pragmáticas entre partidos que, hasta hace poco, eran adversarios.

La Libertad Avanza (LLA), fuerza oficialista, logró conformar frentes en 16 de los 24 distritos, aunque con nombres y socios variables. En algunas provincias se presenta bajo el sello “La Fuerza del Cambio”, mientras que en otras mantiene la denominación original. La estrategia busca mantener cohesión nacional sin perder peso local, priorizando figuras provinciales con buena imagen frente al electorado.

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En paralelo, Fuerza Patria, el espacio impulsado por el peronismo federal y sectores del kirchnerismo, alcanzó acuerdos en 14 jurisdicciones, con el objetivo de reconstruir una estructura territorial competitiva después de la fractura del Frente de Todos. En algunos distritos se alió con partidos provinciales, en otros compite en solitario para retener el voto tradicional del justicialismo.

Juntos por el Cambio (JxC) atraviesa una etapa de reconfiguración interna, con variantes que incluyen al PRO, la UCR, la Coalición Cívica y partidos locales. En ocho provincias conservaron la unidad, pero en otras optaron por competir en listas separadas. La tensión entre el ala dura y los sectores dialoguistas se refleja en la diversidad de frentes registrados.

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En Buenos Aires, el distrito más grande del país, las tres principales fuerzas se disputan el territorio con alianzas propias. LLA mantiene su estructura “Primero la Libertad”, mientras que Fuerza Patria impulsa “Unión por la Provincia”. En tanto, el radicalismo bonaerense selló un acuerdo con intendentes independientes bajo el nombre “Progreso y Equilibrio”.

En Córdoba, la disputa se da entre la versión local del libertarismo —con fuerte anclaje en la figura de Agustín Spaccesi— y el peronismo cordobés, que mantiene autonomía dentro de Fuerza Patria. Santa Fe, en cambio, consolida la continuidad del Frente Unidos, que reúne a radicales, socialistas y sectores del PRO en un esquema transversal.

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Mendoza, Neuquén y Río Negro también exhiben particularidades. En Mendoza, los libertarios sellaron acuerdos con sectores del Partido Demócrata; en Neuquén, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) mantiene su identidad provincial y evita integrarse a bloques nacionales; mientras que en Río Negro, la convivencia entre el oficialismo libertario y Juntos Somos Río Negro redefine el equilibrio regional.

La Ciudad de Buenos Aires muestra una configuración diferente: el PRO mantiene hegemonía, pero con una interna competitiva entre el sector que responde a Mauricio Macri y el espacio liberal de Ramiro Marra. La oposición porteña, bajo Fuerza Patria, apostará a figuras del sindicalismo y la cultura.

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En total, se inscribieron 57 alianzas en todo el país, con más de 120 fuerzas partidarias habilitadas. La heterogeneidad refleja el nuevo sistema político argentino: menos bipartidismo y más coaliciones de ocasión. Cada frente priorizó conservar personería y visibilidad en su distrito, incluso a costa de diluir identidades nacionales.

En provincias como Chubut, La Pampa y Tucumán, las listas se definieron con acuerdos de última hora. En el sur, partidos vecinalistas se sumaron a LLA; mientras que en el norte, los espacios ligados al justicialismo comparten listas con partidos de centro moderado. El federalismo electoral se consolidó como rasgo estructural de las legislativas 2025.

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El informe de la Cámara Nacional Electoral confirma que el 73% de las alianzas tienen alcance exclusivamente provincial, lo que implica que las estrategias nacionales deberán adaptarse a los liderazgos locales. En varias provincias, los frentes incluyen partidos municipales que nunca antes habían participado en una contienda nacional.

Los especialistas destacan que el nuevo mapa político podría fragmentar la representación en el Congreso, generando bloques más pequeños y negociaciones permanentes. “La Argentina se encamina a un Parlamento de coaliciones inestables, donde la gobernabilidad dependerá de acuerdos puntuales”, señalaron fuentes de la Justicia Electoral.

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Con la Boleta Única de Papel debutando en todo el país, las alianzas jugarán un papel decisivo en la visibilidad de las propuestas y en la organización territorial durante la jornada de votación. Las fuerzas con estructura nacional confían en su aparato de fiscales, mientras que los frentes locales dependen de voluntarios y acuerdos informales con dirigentes municipales.

Fuente: Infobae.