

Durante noviembre y diciembre de 2024, Nueva Jersey vivió una auténtica fiebre de OVNIs. Casi mil personas reportaron haber visto luces y aeronaves extrañas sobre sus casas, lo que encendió la alarma en redes y medios de todo Estados Unidos.


Entre el 19 de noviembre y el 13 de diciembre, la Oficina de Gestión de Emergencias recibió 964 denuncias. En los videos difundidos se veían destellos blancos que parpadeaban y desaparecían de golpe, como si algo los hubiera apagado en pleno vuelo.
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“¡Simplemente desapareció!”, gritó una testigo, mientras otro vecino aseguró que había seguido el objeto con un telescopio. Las imágenes recorrieron el país y alimentaron la idea de que algo fuera de lo común estaba ocurriendo.

Sin explicaciones oficiales, el misterio creció. Expertos y exagentes de inteligencia comenzaron a especular sobre la posibilidad de operaciones secretas. La exagente de la CIA Laura Ballman dijo en Fox News: “Podría tratarse de un ejercicio clasificado para probar tecnología de detección o evasión.”
El gobierno federal salió a calmar el pánico. John Kirby, vocero de Seguridad Nacional, aseguró que “no hay pruebas de que estos objetos representen una amenaza ni que tengan origen extranjero.”
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El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional se sumaron a la investigación, desplegando radares y sistemas de detección. Sin embargo, buena parte de los reportes resultó ser de aeronaves legales y otros no pudieron confirmarse.
La intriga continuó porque los objetos parecían desaparecer tras ciertas maniobras. Algunos testigos afirmaron que las naves “se borraban del cielo”, lo que reforzó la idea de una tecnología avanzada.
La respuesta definitiva llegó meses después. En agosto de 2025, durante el UAS and Launched Effects Summit en Fort Rucker, un representante de una empresa privada sorprendió a todos: “¿Recuerdan los OVNIs de Nueva Jersey? Fuimos nosotros”, reveló ante la audiencia.
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La firma explicó que las luces eran parte de pruebas tecnológicas contratadas por el ejército estadounidense. Las aeronaves experimentales podían volverse casi invisibles desde tierra, lo que explica por qué tantos vecinos juraron ver objetos desaparecer en el cielo.
Así se cerró el capítulo de los “OVNIs de Nueva Jersey”, un episodio que dejó una lección: cuando falta información, la imaginación puede volar más alto que cualquier dron.
Fuente: Infobae


















