Un gato muerto y un perro defendiendo su territorio: el caso que sacude a Esquel

Actualidad21/10/2025Sergio BustosSergio Bustos
perro y gato
Una pelea que terminó mal.

Una pelea entre mascotas terminó en tragedia y expuso un conflicto que crece en Esquel. Una vecina denunció que su gato fue atacado y muerto por un perro en un domicilio particular, pero la Justicia determinó que el perro actuó dentro de su propiedad y no hubo responsabilidad de su tutor.

La directora de Fauna Urbana, Patricia Giacobone, confirmó el episodio y explicó que el caso llegó tanto al Tribunal de Faltas como a la Fiscalía. “El gato se metió en el domicilio del perro. Cuando los tutores salieron, el gato estaba muerto,” relató en diálogo con FM del Lago.

Según la funcionaria, la Justicia rechazó la denuncia porque el animal agresor estaba dentro de un perímetro cerrado, lo que elimina toda infracción. “Tuvimos que actuar, pero la justicia no dio lugar. El gato ingresó al terreno y el perro reaccionó,” sostuvo.

El incidente, que se convirtió en tema de debate en redes sociales, refleja la tensión constante entre gatos y perros en entornos urbanos, donde los límites territoriales muchas veces se desdibujan. Giacobone remarcó que “por ordenanza, no pueden estar sueltos ni perros ni gatos”, e insistió en que el control es responsabilidad de cada tutor.


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“Hay cero responsabilidad del dueño del perro si el ataque ocurre dentro de su propiedad,” afirmó. A la vez, señaló que la situación opuesta —un perro atacando en la vía pública— sí implicaría sanciones y multas.

El caso también abrió un debate sanitario. Giacobone advirtió que “los gatos son los principales transmisores de rabia en humanos”, y recordó que la vacunación es gratuita y obligatoria. La falta de control y la convivencia sin contención pueden derivar en riesgos epidemiológicos y conflictos legales.

La funcionaria admitió que “contener a los gatos es más difícil, porque necesitan salir”, pero pidió a los vecinos “mantenerlos dentro de los límites del hogar para evitar ataques y contagios.”

En Esquel, el episodio dejó al descubierto un problema creciente: la convivencia entre animales sin supervisión y el desconocimiento de las normas locales. Lo que comenzó como una pelea entre especies terminó en una causa judicial y una advertencia pública.

El gato invadió, el perro defendió su territorio y el conflicto llegó a los tribunales. Una escena doméstica que muestra cómo la falta de cuidado puede transformar la convivencia animal en tragedia.

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