Argentina perdió más de 10 millones de hectáreas de bosques en cuatro décadas

Actualidad21/10/2025Sergio BustosSergio Bustos
deforestacion
La deforestación aumenta.

En 40 años, Argentina perdió 10,5 millones de hectáreas de bosques nativos, una superficie equivalente a tres provincias de Misiones. La transformación del territorio avanzó a un ritmo arrollador, impulsada por la expansión agrícola y el crecimiento urbano sin planificación.

Los datos provienen de MapBiomas Argentina, una red internacional que mapea el uso del suelo con acceso público. Su relevamiento muestra que entre 1985 y 2024 la agricultura creció un 46%, con 11,9 millones de hectáreas más, mientras las ciudades se expandieron 35%, sobre todo las de tamaño intermedio y el Gran Buenos Aires.

La presión sobre los ecosistemas naturales fue implacable. Santiago del Estero encabeza el ranking con 3,2 millones de hectáreas perdidas. Le siguen Entre Ríos con 2 millones, Salta y Buenos Aires con 1,7 millones cada una, Chaco con 1,2 millones y Córdoba con 900 mil hectáreas.

La región chaqueña concentró el 78% de la pérdida forestal, equivalente a 8 millones de hectáreas menos que en 1985. “En 40 años desapareció el 21% de su cobertura forestal”, señala el informe. La transformación modificó profundamente los ecosistemas del norte argentino, donde se concentra buena parte de la biodiversidad del país.

La segunda región más afectada fue el Espinal, que abarca zonas del litoral, el centro de Santa Fe, Córdoba y parte de Buenos Aires. Allí desapareció el 11% de los bosques mientras los cultivos crecieron un 32%, ocupando 2 millones de hectáreas adicionales. En las Yungas, el retroceso fue del 8%, con un salto del 111% en superficie agrícola.


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En cambio, la región pampeana ya había sido profundamente modificada antes de 1985. “En esa fecha, el 50% de la ecorregión ya estaba transformada”, explicaron desde Vida Silvestre. Aun así, sumó 2,4 millones de hectáreas más entre agricultura y ganadería, además de una fuerte expansión urbana.

La deforestación no responde solo a la frontera agropecuaria. También influyó el crecimiento demográfico, que presionó sobre zonas naturales sin estrategias de conservación ni planificación territorial. “La pérdida de bosques en Argentina no representa solo un impacto ambiental, sino también una grave afectación a los servicios ecosistémicos esenciales”, advirtió Sebastián Fermani, director de conservación de Fundación Vida Silvestre.

En la Patagonia, la expansión urbana se sintió en los bosques andinos. Desde 1985, la región perdió el 6% de su superficie forestal, unas 151 mil hectáreas, mientras el área urbana creció 37%, impulsada por el turismo y nuevos asentamientos.

Actualmente, Argentina conserva unas 46,2 millones de hectáreas de bosques nativos, pero la presión continúa. Organizaciones ambientales alertan que, pese a los avances en políticas de conservación, la pérdida sostenida de superficie forestal compromete el futuro de la biodiversidad, el clima y la disponibilidad de agua.

La tendencia es clara: en cuatro décadas, el avance de la agricultura y las ciudades redibujó el mapa ecológico del país, con consecuencias que ya se sienten en el ambiente y en la vida cotidiana.

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