
Padre, madre e hijo condenados por asesinar y quemar en la parrilla a su vecina
Policiales24/10/2025
REDACCIÓN
La Justicia de Zárate-Campana impuso este viernes una condena ejemplar en uno de los casos más estremecedores de los últimos años. Agustín Leonel Chiminelli, de 27 años, fue sentenciado a prisión perpetua por el femicidio de su vecina María Alejandra Abbondanza, asesinada en septiembre de 2022 en la ciudad bonaerense de Campana. Sus padres, Carlos Rubén Chiminelli y Liliana Esther Sánchez, también fueron condenados como encubridores y recibieron penas de 18 y 17 años de prisión respectivamente.


El juicio oral, que duró siete audiencias, reveló detalles escalofriantes sobre el crimen y sobre el grado de participación de los padres del femicida. Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 2, Lucía María Leiro, Daniel Rópolo y Mariano Aguilar, coincidieron en que ambos progenitores “sabían lo que había ocurrido y actuaron para evitar que la verdad saliera a la luz”.
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El cuerpo de Alejandra Abbondanza fue hallado parcialmente calcinado dentro de la vivienda del agresor. La víctima había salido de su casa a pasear a su perro y nunca regresó. Cámaras de seguridad registraron su ingreso al domicilio de los Chiminelli, donde fue asesinada y su cuerpo intentó ser incinerado en una parrilla del lugar.
Durante el debate, Agustín Chiminelli pidió disculpas por “el daño irreparable”, aunque intentó desligar de responsabilidad a sus padres. Ellos, por su parte, negaron haber sabido lo ocurrido y argumentaron que “no se dieron cuenta” de lo que estaba pasando. Sin embargo, el tribunal consideró que ambos presenciaron el momento posterior al crimen y tomaron decisiones para encubrirlo.
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La fiscal Ana Laura Brizuela sostuvo que los padres arribaron al domicilio cuando la víctima aún estaba con vida. “No auxiliaron ni dieron aviso a las autoridades; por el contrario, intentaron eliminar evidencias y obstaculizar la investigación”, planteó en su alegato. La hipótesis fue avalada por la prueba pericial y por testimonios de vecinos que vieron movimientos sospechosos esa noche.
El tribunal también tuvo en cuenta los antecedentes de violencia y abusos sexuales denunciados por otras mujeres que habían tenido vínculo con Chiminelli. En esos relatos, se describieron situaciones donde los padres presenciaban los ataques y elegían el silencio. Esa omisión, para los jueces, configuró un patrón de tolerancia y complicidad.
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“El crimen no ocurrió en soledad. Esa noche, en esa casa, había adultos que escucharon y callaron”, expresó la hermana de la víctima, Ana Abbondanza, durante una de las audiencias más conmovedoras del juicio. Su testimonio fue determinante para reforzar la idea de un encubrimiento consciente y sistemático.
La sentencia de prisión perpetua para el hijo y las penas efectivas para los padres marcan un precedente judicial poco frecuente. El tribunal consideró que los vínculos familiares no pueden ser utilizados como escudo frente a la responsabilidad penal. Por el momento, los padres del condenado permanecerán con arresto domiciliario hasta que la sentencia quede firme.
Fuente: Clarín

















