La Ruta Azul de Chubut: 450 kilómetros de paisajes que hipnotizan entre el mar y la estepa

Chubut apuesta fuerte este verano con la renovación de la mítica Ruta Azul, un recorrido de 450 kilómetros que serpentea entre la costa atlántica y la estepa patagónica. El camino une Rawson con Comodoro Rivadavia y ofrece una experiencia que combina aventura, naturaleza y silencio.

Elegida por la revista AFAR como uno de los mejores destinos del mundo para recorrer en vacaciones, la Ruta Azul retoma la traza histórica de la Ruta Provincial 1. Son kilómetros de ripio, curvas junto al mar y paisajes que cambian con la luz del día.

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“Queremos que más personas descubran la riqueza natural de esta región y sus áreas protegidas”, dijo Nadia Bravo, subsecretaria de Áreas Protegidas de Chubut, durante la presentación oficial del circuito. El itinerario incluye accesos a Punta Tombo, Bahía Bustamante, Isla Leones y Rocas Coloradas, cada uno con su propia identidad.

En Punta Tombo, los pingüinos de Magallanes llegan desde Brasil para reproducirse. Bahía Bustamante, por su parte, despliega un paisaje de aguas calmas, colonias de aves y campings gratuitos. Más al sur, en Isla Leones, los visitantes pueden realizar excursiones náuticas hasta el antiguo faro o caminar entre lobos marinos.

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El cierre del viaje es Rocas Coloradas, un sitio protegido desde 2019, ideal para recorrer en vehículos todoterreno y descubrir formaciones geológicas rojizas frente al mar.

En el corazón de Patagonia Azul, una antigua casa de piedra de 1928 se transformó en Centro de Interpretación. Allí, una muestra permanente invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar el Mar Argentino y conocer su biodiversidad a través de experiencias inmersivas.

La Ruta Azul no es sólo un camino: es una travesía que conecta historia, naturaleza y mar en estado puro.