Carolina Escalante: oro en México y una historia de disciplina que inspira en Madryn

Carolina Escalante visitó #MODO17 por #LA17 con sus camisetas, medallas y credencial sobre la mesa, y dejó un testimonio que combina superación, método y competencia. La madrynense ganó la medalla de oro en un certamen panamericano de tiro con arco en México y fue plata en duplas. En diálogo con la radio, repasó su camino, el impacto del entrenamiento mental y el calendario que viene.

El triunfo en México tuvo condimentos deportivos y emocionales. Compitieron atletas de siete países y la chubutense compartió concentración con otra representante argentina. “Sí, a todas las chicas que se presentaron,” confirmó al repasar el oro individual, y se detuvo en la definición por equipos: “Estados Unidos nos quedó a tres puntos.” Ese margen mínimo resume la exigencia técnica de un deporte donde cada gesto incide en el resultado.

Escalante explicó que la precisión no depende solo del físico. “Básicamente es la concentración,” dijo, y describió tiros largos, desniveles y ángulos que condicionan cada suelta. Un movimiento de más o una sujeción en falso pueden desviarse lo suficiente para quedar fuera de la zona vital. La preparación mental funciona como un andamio que sostiene la repetición correcta del gesto.

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El punto de partida fue inesperado. Una rehabilitación de columna la llevó a tomar un arco por recomendación médica, primero como práctica para fortalecer la espalda y, más tarde, como disciplina deportiva. Sin proyectar metas internacionales, la práctica creció con constancia y método hasta alcanzar podios continentales. “Acá gana la disciplina,” sintetizó, para subrayar que la insistencia ordena el progreso y ordena la cabeza.

El entrenamiento es cotidiano y medido. “Yo entreno 2 horas y media por día. Todos los días.” “De lunes a lunes,” detalló. En el club, detrás de la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco, tiene las distancias reglamentarias; en casa, por la noche, realiza rutinas técnicas sin flechas y trabajos de memoria muscular. La repetición consciente vale tanto como una serie perfecta en el campo.

En la campaña también hubo equipo fuera de la línea de tiro. La familia sostiene cada decisión y cada viaje. Escalante se emocionó al nombrar a su hija: “Te llevaste el agüita.” El club organizó rifas y eventos; algunas gestiones públicas y apoyos privados fueron escasos, pero alcanzaron para despegar. El oro, dice, también reconoce esa red silenciosa que empuja desde atrás.

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El calendario inmediato abre un nuevo frente competitivo. Este fin de semana competirá en Trevelin por el Nacional de 3D, una modalidad con blancos en figuras de animales entre 5 y 30 metros. En duplas ya demostró rendimiento alto y afinidad para sumar puntos decisivos. En el horizonte aparece un objetivo mayor: “Estoy pensando ir al mundial,” adelantó, con la mira puesta en Estados Unidos.

Antes de despedirse, dejó una invitación concreta para quienes quieran iniciarse. “Los invito a que pasen por los clubes,” dijo, y nombró espacios en Puerto Madryn, Trelew, Comodoro Rivadavia y la cordillera. El primer paso puede ser una práctica corta, un ejercicio de técnica o una rutina simple de postura. El resto lo hace la constancia.

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En la radio, su relato dejó una frase que ordena toda su historia: la disciplina no se negocia. El arco llegó como herramienta de salud, se volvió pasión y hoy es medalla para Puerto Madryn y para Chubut.