Análisis de la nueva etapa económica del país y anticipo de un 2026 con expansión monetaria

En su columna de análisis económico en #MODO17 por #LA17, el licenciado Diego Torres trazó una lectura optimista sobre el panorama financiero argentino y proyectó que el año 2026 podría marcar el inicio de una etapa expansiva. Según explicó, el Gobierno logró desactivar la crisis inicial y hoy dispone de condiciones favorables para impulsar el crédito, acumular reservas y recuperar el consumo interno.

“El primer año fue para evitar la explosión de una bomba económica, y eso se logró sin romper contratos”, señaló Torres al repasar el proceso que permitió estabilizar las variables macroeconómicas. “Ahora el desafío pasa por aprovechar esa estabilidad y poner en marcha la economía real”, agregó durante el segmento conducido por Karina Fernández.

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El economista describió un contexto en el que el riesgo país se redujo, la presión sobre el dólar se atenuó y el Banco Central puede comenzar a emitir pesos para comprar divisas sin un efecto inflacionario inmediato. Según dijo, “cada peso que circula hoy empieza a alimentar la economía, porque deja de irse al dólar y vuelve al consumo”, lo que favorece el movimiento del mercado interno.

Torres sostuvo que el Gobierno “recibió una segunda oportunidad de la sociedad” y que ahora debe demostrar que puede sostener el orden macroeconómico sin descuidar la micro. “No es un cheque en blanco. Cuando una gestión recibe otra oportunidad, tiene que hacer mucho mérito para mantenerla”, advirtió, marcando que la confianza ciudadana y el respaldo internacional serán determinantes en la próxima etapa.

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Durante el análisis, destacó que la combinación entre un apoyo externo firme —en especial de Estados Unidos— y una base monetaria reducida permite vislumbrar un 2026 de expansión moderada, con un Banco Central que podría reforzar sus reservas. En ese escenario, las tasas tenderían a bajar y el crédito volvería a dinamizar el comercio y la producción.

El columnista explicó que la estrategia oficial sigue la lógica de la “escuela austríaca”, donde “si la macroeconomía está ordenada, la micro se acomoda sola”. Sin embargo, aclaró que esa teoría debe ajustarse al contexto argentino, ya que las tensiones sociales y políticas inciden directamente en la confianza y en las decisiones de inversión.

Torres proyectó que si el Gobierno sostiene la disciplina fiscal y consolida la estabilidad, “el 2026 será un año expansivo desde el punto de vista monetario y sin riesgo de descontrol inflacionario”. Agregó que la mejora en los indicadores financieros podría traducirse en mayor crédito, crecimiento del empleo y un consumo en recuperación.

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En la parte final de su intervención, el analista resumió que la economía argentina “tiene todas las fichas para ganar” si mantiene coherencia en sus políticas. Advirtió, sin embargo, que “los errores de gestión o la mala praxis siempre están en el horizonte”, por lo que pidió prudencia ante los cambios internacionales y la necesidad de fortalecer las instituciones económicas.

“Marcamos este 3 de noviembre como una columna optimista. Hoy Argentina tiene margen para crecer y para volver a creer”, concluyó Torres, despidiéndose con un tono esperanzador sobre los próximos meses.