Tormenta solar en camino: podría alterar comunicaciones y mostrar auroras
Actualidad06/11/2025
REDACCIÓN
Tormenta solar
Una tormenta solar de categoría fuerte podría golpear la Tierra en las próximas horas, según informó el Centro de Predicción del Clima Espacial (NOAA), organismo estadounidense encargado de monitorear la actividad solar. El fenómeno fue registrado como una eyección de masa coronal (CME), una gigantesca nube de partículas cargadas que el Sol lanzó al espacio a gran velocidad.
Los expertos estiman que el impacto podría producirse entre el jueves 6 y el viernes 7 de noviembre. La NOAA clasificó la alerta como G3, nivel considerado “fuerte” dentro de la escala geomagnética, aunque no extremo.
Cuando una CME llega al campo magnético terrestre, puede generar perturbaciones en las comunicaciones, afectar señales de radio o GPS e incluso provocar auroras en zonas donde rara vez se ven. El fenómeno no representa un peligro directo para las personas, pero sí puede alterar servicios tecnológicos sensibles.
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Desde el organismo explicaron que la intensidad final dependerá de la orientación del campo magnético solar al chocar con el terrestre. Si ambos se alinean en determinada dirección, las interferencias pueden aumentar.
Por el momento, se prevén posibles interrupciones en las comunicaciones de alta frecuencia (HF), como las utilizadas por aviones o embarcaciones, y breves fallas en los sistemas de navegación satelital.
La confirmación de la magnitud real se conocerá cuando la nube solar sea detectada por el observatorio de viento solar ubicado en el Punto Lagrange, a unos 1,6 millones de kilómetros de la Tierra. Ese satélite actúa como un centinela que anticipa el impacto unas horas antes de que llegue.
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Además de los posibles efectos técnicos, los astrónomos esperan que la tormenta deje imágenes espectaculares. En zonas de latitudes medias podrían observarse auroras polares, un fenómeno que ocurre cuando las partículas solares chocan con los gases de la atmósfera terrestre.
Las luces podrían verse incluso en regiones donde no suelen aparecer, dependiendo de la intensidad del evento. En ocasiones anteriores, tormentas similares permitieron ver cortinas de color verde y violeta en lugares tan lejanos como el norte de Europa o el sur de Chile y Argentina.
La NOAA mantiene la vigilancia activa sobre la actividad solar y emitirá nuevas actualizaciones si el evento aumenta su potencia. Mientras tanto, los observatorios del mundo se preparan para registrar un espectáculo celeste tan hermoso como impredecible.
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