Analizan un fuerte aumento en internaciones de salud mental y vinculan el fenómeno a la crisis económica

El área de Salud Mental de La Pampa atraviesa un incremento sostenido en la demanda de atención y hospitalizaciones. Según los registros oficiales, las internaciones crecieron un 60% respecto de 2019 y las consultas ambulatorias aumentaron un 50%. El subsecretario Martín Malgá explicó que el fenómeno se relaciona con la situación económica y social actual, que impacta directamente en las condiciones de vida.

Durante una entrevista con la Televisión Pública Pampeana, el funcionario sostuvo que “las condiciones económicas en este modelo nacional son un problema para pensar las condiciones subjetivas de existencia”. Agregó que la salud mental “no es algo estático” y depende de los contextos en los que se vive, donde cualquier persona puede atravesar un sufrimiento psíquico sin que necesariamente se trate de una enfermedad.

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Malgá detalló que el crecimiento de la demanda se mantiene desde la pospandemia y no muestra señales de retroceso. La provincia incrementó recursos y capacidad de respuesta, pero la cantidad de usuarios del sistema también siguió en aumento. En ese sentido, destacó que las internaciones siguen al alza y el ritmo de consultas externas también creció de forma sostenida.

En materia de adicciones, el funcionario reconoció que los consumos problemáticos son parte integral de las políticas de salud mental. Señaló que, aunque los índices de consumo de drogas ilegales se mantienen estables, el alcohol sigue siendo la sustancia más extendida, con un 85% de incidencia entre quienes consumen alguna droga. “El alcohol, el tabaco y todo tipo de drogas forman parte de las problemáticas actuales”, explicó.

Sobre la relación entre las condiciones económicas y los consumos, Malgá consideró que no se puede analizar el fenómeno por fuera del contexto social. “No se trata solo del problema de la sustancia, sino de las condiciones de vida que llevan a esas situaciones”, subrayó. También cuestionó la visión alarmista sobre las adicciones y pidió discutir el acceso al cuidado y al tiempo libre como dimensiones del bienestar.

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El funcionario advirtió que la precarización laboral y las jornadas extensas deterioran los vínculos y los espacios de cuidado. “En una jornada de 12 horas con sueldos bajos y doble empleo, es difícil pensar en la disponibilidad emocional para cuidar o ser cuidado”, sostuvo. En ese marco, consideró que la salud mental debe abordarse como una política transversal y no solo sanitaria.

Malgá criticó además el desfinanciamiento de programas nacionales en materia de salud, como los planes Remediar y las residencias en salud mental, que afectaron la ejecución de obras provinciales. “Venimos redoblando esfuerzos, pero la falta de apoyo nacional nos preocupa”, expresó, aunque destacó que el gobierno de Sergio Ziliotto mantiene el compromiso de fortalecer el sistema provincial.

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En cuanto al trabajo con el Ministerio de Educación, el área de Salud Mental impulsa una guía para abordar situaciones de consumo y autolesiones en las escuelas. “Minimizar esos problemas no ayuda a pensar alternativas, pero tampoco sirve exagerarlos”, afirmó Malgá. Explicó que la guía busca orientar a docentes y equipos escolares en casos de consumo, violencia o riesgo suicida.

Finalmente, resaltó que el avance del trabajo conjunto entre salud, educación y familia permitió superar la mirada punitiva sobre los adolescentes. “Hoy hablamos de acompañar, no de castigar. Antes un chico con consumo era estigmatizado; hoy trabajamos con estrategias de cuidado y formación docente”

Fuente: Diario La Arena