Peligroso delincuente escapó de la Brigada de Investigaciones que intentó detenerlo con 12 disparos

Martín “Casate” Vargas, uno de los prófugos más conocidos de la historia policial de Comodoro Rivadavia, volvió a escapar de la Justicia. El episodio ocurrió el lunes al mediodía en el barrio San Cayetano, donde agentes de la Brigada de Investigaciones intentaron detenerlo mientras se encontraba dentro de un vehículo Chevrolet Agile negro. La persecución terminó con al menos doce disparos policiales dirigidos a las cubiertas del auto, pero el fugitivo logró escapar a toda velocidad.

Fuentes oficiales confirmaron que Vargas tenía un pedido de captura vigente desde marzo por una causa de robo agravado con uso de arma de fuego. El comisario Javier Orellano, jefe de la División Policial de Investigaciones, explicó que “el sospechoso se negó a bajar del vehículo y realizó maniobras peligrosas que pusieron en riesgo al personal policial.” En medio del intento de detención, el prófugo chocó contra un Renault Clio estacionado y escapó marcha atrás, en una escena que sorprendió a los vecinos del sector.

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El operativo se desarrolló entre las 12:30 y las 13:00 horas, sobre las calles Bahamonde y Cayelli, y contó con la intervención de la División Policial de Investigaciones y el Ministerio Público Fiscal. Según el segundo jefe del área, Pablo Lobos, “no se observó que Vargas portara un arma en el momento del procedimiento”, aunque se dispuso que el arma reglamentaria utilizada por la policía quede a disposición de la Justicia.

El historial delictivo de “Casate” Vargas se remonta a más de una década. En 2022 fue condenado a 13 años y seis meses de prisión, tras un juicio abreviado en el que admitió su participación en el robo a la peluquería “Baires” junto a Luciano Pablo Gauna. En esa oportunidad, ambos irrumpieron armados en el local de Teniente Levalle al 300, redujeron a los presentes y se llevaron dinero y celulares. La condena incluyó la declaración de reincidencia, pero Vargas no cumplió las reglas de conducta impuestas y volvió a ser buscado.

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Su historial también incluye una fuga anterior por un homicidio ocurrido en 2012, cuando fue acusado de asesinar a Ana María Molina, una mujer que había denunciado amenazas y contaba con custodia policial. Vargas aprovechó una libertad transitoria para escapar y fue descubierto años después en una cárcel bonaerense, donde se hacía pasar por “Juan Dojorti.” La Brigada de Investigaciones logró confirmar su verdadera identidad gracias a un análisis dactilar y una conversación telefónica interceptada con su madre, en la que lo llamaba por su apodo familiar: “Chirito.”

Su última captura había sido en 2022, pero tras obtener beneficios judiciales, volvió a incumplir las condiciones impuestas. Desde marzo de este año, su nombre figura en el sistema de órdenes de captura de la Oficina Judicial bajo el legajo 3932. Según fuentes policiales, continúa prófugo y es considerado peligroso por su historial de evasiones y reincidencia.

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La causa actual está a cargo del Ministerio Público Fiscal, que trabaja junto a la Brigada de Investigaciones en el relevamiento de cámaras de seguridad y la toma de testimonios en la zona. A pesar del intenso operativo, no se registraron heridos ni daños en viviendas, aunque sí un vehículo afectado por el choque.

Mientras tanto, la policía continúa los rastrillajes en distintos barrios del sur de Comodoro Rivadavia. “Vamos a seguir trabajando para dar con su paradero. Tiene antecedentes graves y no puede quedar en libertad,” aseguró una fuente policial consultada.

Fuente: Diario Crónica, Diario El Patagónico