
SENASA endurece controles de toxinas en moluscos y ajusta normativa a estándares globales
Actualidad13/11/2025
Sergio Bustos
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) dispuso una actualización integral en los controles de biotoxinas marinas que pueden afectar a los moluscos destinados al consumo humano. La medida quedó establecida en la Resolución 853/2025, publicada en el Boletín Oficial, y busca reforzar la inocuidad de los alimentos de origen marino.


El cambio alcanza a productos como mejillones, almejas, vieiras y caracoles, que forman parte de la dieta local y representan un sector clave para las exportaciones pesqueras del país. Según la resolución, se ajustan tanto la frecuencia de los análisis como los límites de aceptación de toxinas detectadas en los moluscos.
“La actualización responde a la necesidad de armonizar los controles con las normas del Parlamento Europeo”, indicaron desde el organismo sanitario. De este modo, Argentina alinea su sistema de control con los estándares internacionales más exigentes en materia de seguridad alimentaria.
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Las toxinas paralizantes deberán analizarse cada semana, con un límite máximo de 800 microgramos por kilo. En tanto, las toxinas amnésicas y lipofílicas serán monitoreadas mensualmente, con topes de 20 miligramos de ácido domoico y 160 microgramos de ácido ocadaico por kilo, respectivamente.
El SENASA explicó que la decisión se basa en informes de laboratorios especializados y en datos obtenidos durante los últimos años de control en distintas zonas costeras del país. Estas biotoxinas pueden aparecer de forma natural en ciertas algas microscópicas y acumularse en los moluscos, representando un riesgo para la salud si se superan los niveles permitidos.
“Nuestro objetivo es reforzar la confianza de los consumidores y asegurar que cada producto cumpla con las normas internacionales de inocuidad”, señalaron voceros del organismo. El control más riguroso permitirá detectar con anticipación cualquier alteración en los niveles de toxinas y evitar que productos contaminados lleguen al mercado.
Desde el sector pesquero destacaron que la actualización ayudará a sostener la competitividad de los productos argentinos en el comercio internacional, especialmente en mercados exigentes como la Unión Europea, que mantiene regulaciones estrictas sobre biotoxinas marinas.
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La normativa también modifica el capítulo de productos de la pesca dentro del Reglamento de inspección de productos de origen animal, vigente desde el Decreto 4238/68. Con ello, SENASA incorpora parámetros técnicos más actuales y criterios de muestreo acordes con las prácticas científicas internacionales.
Además de garantizar la seguridad alimentaria, la resolución busca fortalecer la trazabilidad y la transparencia en la cadena productiva. Los establecimientos que procesen moluscos deberán mantener registros precisos de sus controles y asegurar que las muestras se tomen con la periodicidad establecida.
“Es un paso importante en la mejora continua de la calidad sanitaria del país”, remarcaron desde el organismo. La medida se suma a otras actualizaciones que el SENASA viene implementando en los últimos años para modernizar los sistemas de control y adaptarse a las demandas del comercio exterior.
Con esta decisión, Argentina reafirma su compromiso con la inocuidad de los alimentos y la salud pública, fortaleciendo el vínculo entre la producción pesquera y las políticas sanitarias nacionales.
















