Siete de cada diez argentinos planean seguir trabajando después de jubilarse

El 70% de los argentinos planea seguir trabajando después de jubilarse, según un estudio del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), que analizó cómo viven las personas la etapa del envejecimiento en el país. El informe, titulado “Envejecimiento Poblacional - Entre la plenitud y la incertidumbre”, muestra que el trabajo sigue siendo tanto una necesidad económica como una forma de mantener un propósito vital.

El relevamiento se realizó en julio de 2025 sobre 1.028 casos en todo el país, con la participación de los investigadores Daniel Sinopoli, Faustina De Gennaro, María Isabel Alegre y Juan Pablo Bolivio, en colaboración con Voices! Investigación y Consultoría. El estudio detalla que el 44% de los encuestados piensa continuar con empleo parcial, mientras que el 27% trabajará a tiempo completo y el 26% dejará de hacerlo.

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Las personas de entre 50 y 64 años y los sectores socioeconómicos altos son quienes más planean seguir activos laboralmente. El informe señala que, para muchos, “el trabajo no es solo una fuente de ingresos, sino también un fin en sí mismo.” Este dato refuerza una tendencia que crece en el país: una jubilación percibida como una transición flexible, más que un retiro definitivo.

El estudio también aborda la percepción social de la vejez y el aislamiento. Ocho de cada diez argentinos creen que las personas mayores sufren más soledad que los jóvenes. Sin embargo, la mitad de los encuestados considera que los adultos mayores son admirados por la sociedad, aunque el 40% opina lo contrario. El análisis interpreta esta contradicción como una señal de reconocimiento simbólico, pero con escasa integración social real.

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La discriminación laboral hacia los adultos mayores aparece como uno de los principales obstáculos. El 86% de los consultados afirma que las personas mayores tienen menos oportunidades al buscar empleo, lo que según el informe “puede desalentar su participación y profundizar la exclusión.” Esta preocupación se suma al 56% de encuestados que teme por las consecuencias del envejecimiento poblacional, especialmente por su impacto en las jubilaciones y el sistema de salud.

Según datos complementarios de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, dos de cada diez personas en edad jubilatoria siguen trabajando. La tasa de actividad presenta diferencias marcadas según sexo, región y nivel de ingresos. Solo el 57,2% de quienes están en edad jubilatoria perciben una jubilación efectiva, con disparidades que van desde el 80% en Viedma-Carmen de Patagones hasta el 42% en el Gran San Juan.

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Los niveles de ingreso también influyen: tanto los sectores de bajos recursos —por necesidad económica— como los de mayores ingresos —por interés o vocación— mantienen una alta participación laboral. Entre los sectores medios, la tendencia se mantiene más estable. Esto refleja, según los autores, “una sociedad que envejece pero que aún busca sentirse útil y productiva.”

Por otro lado, el 45% de los argentinos considera que la vejez actual se vive de forma más activa y plena que en generaciones anteriores. Sin embargo, esta percepción desciende a 38% entre los sectores de bajos ingresos y a 32% entre los jóvenes de 16 a 29 años, lo que sugiere una visión desigual del bienestar en la última etapa de la vida.

Fuente: Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE)