El gobierno nacional y la CGT buscan una tregua antes de la reforma laboral

El Gobierno quiere evitar un nuevo frente de conflicto con la CGT antes de que la reforma laboral llegue al Congreso. En la Casa Rosada analizan convocar a la cúpula sindical para una serie de reuniones que permitan negociar los puntos más sensibles del proyecto antes de su presentación formal.

“No vamos a centralizar las conversaciones en el Consejo de Mayo”, admitieron en Balcarce 50, donde prefieren avanzar con cada sector por separado. El esquema apunta a generar consensos graduales y evitar resistencias unificadas.

El Ejecutivo tiene en la mira un encuentro con Cristian Jerónimo (Vidrio), Jorge Sola (Seguros) y Octavio Argüello (Camioneros), los nuevos referentes de la central obrera. Al mismo tiempo, Manuel Adorni y Diego Santilli coordinan contactos con gobernadores y empresarios para sumar apoyos legislativos.

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Según fuentes oficiales, el borrador del proyecto modifica la Ley de Contrato de Trabajo (20.744) con el objetivo de reducir los costos de contratación, simplificar cargas impositivas y limitar la intervención estatal en acuerdos entre privados. También incluye cambios sobre mediación, arbitraje y la declaración de servicios esenciales en áreas como salud, transporte y educación.

Uno de los puntos más sensibles es la optatividad del pago de la cuota solidaria sindical, medida que afectaría la recaudación de los gremios. Además, el Gobierno busca restringir las huelgas y priorizar convenios específicos sobre colectivos.

El texto también retoma medidas aplicadas tras la Ley Bases, como la ampliación del período de prueba a ocho meses y la eliminación de multas al empleo no registrado. Federico Sturzenegger, Luis Caputo y Julio Cordero son los encargados de ajustar los detalles antes de enviarlo al Congreso.

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La CGT, sin embargo, ya anticipó su rechazo a tres puntos: tope a las indemnizaciones, bancos de horas y salario por productividad. “No vamos a aceptar ninguna propuesta que quite derechos”, advirtió Jerónimo.

Desde el sindicato del Seguro, Jorge Sola sostuvo que “no acompañarán nada que replique el DNU 70/23”, recordando que fue declarado inconstitucional. A su vez, alertó que dentro del Gobierno hay sectores que “buscan atomizar el poder sindical”.

En medio de las negociaciones, el Gobierno prepara el llamado a sesiones extraordinarias del 10 al 31 de diciembre, con la idea de abrir el debate laboral en el Senado durante enero y febrero. La estrategia es clara: avanzar sin romper los puentes con la CGT, pero sin frenar el ritmo de las reformas.