

El Tribunal de Penas de la Liga del Valle difundió una resolución inicial que describe la agresión al equipo arbitral como una golpiza salvaje y brutal, lo que expresa el tono con el que avanza la investigación. El documento muestra preocupación por la gravedad de los hechos. El proceso ya abrió distintas instancias formales.


La Ribera deberá presentar un descargo detallado, ya que el Tribunal citó tanto al club como a los jugadores mencionados en el informe. La intención es recabar testimonios directos antes de avanzar con medidas definitivas. La Policía también aportará un informe para sumar precisión.
El Tribunal pidió a J.J. Moreno las imágenes del partido para fortalecer el expediente y despejar dudas sobre cada hecho registrado. Además, se citarán testigos que puedan ampliar la reconstrucción del momento. Cada aporte permitirá ordenar lo ocurrido.
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Una medida inmediata fue la suspensión provisoria de once jugadores del conjunto capitalino, entre ellos Catalán, Salamanca y los hermanos Ibáñez. La decisión busca asegurar el avance del proceso sin interferencias, según remarcan fuentes liguistas. El club deberá responder por cada caso.
El órgano disciplinario también revisa un posible quebrantamiento de sanción por parte de Martín Proboste y Jorge Siden, ambos con antecedentes recientes. Esta situación podría sumar gravedad al expediente. Los dirigentes monitorean ese punto con atención.
Las agresiones ocurrieron tras el triunfo 1-0 de J.J. Moreno, cuando el árbitro Lautaro Carro recibió los golpes más severos. El episodio generó un fuerte impacto en la liga. Desde entonces, se reforzó la atención sobre el comportamiento dentro del campo.
Los presidentes liguistas ratificaron que La Ribera no tendrá partidos programados en ninguna categoría hasta que exista un fallo final, lo que afecta divisiones formativas, planteles principales y el femenino. La medida se mantendrá sin excepciones. La institución atraviesa un momento delicado.
La reunión extraordinaria dejó en claro la inquietud de los dirigentes y su intención de actuar con firmeza ante la violencia reciente. Se analizaron antecedentes y posibles efectos de las medidas. El tema central fue la seguridad arbitral.
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Durante el encuentro, varios dirigentes criticaron a Carlos Proboste, presidente de La Ribera, y señalaron que su mensaje interno genera tensión en el plantel. Las observaciones fueron directas. El clima se mantuvo tenso durante toda la reunión.
Aunque la desafiliación perdió terreno, muchos dirigentes insistieron en la necesidad de sanciones ejemplares que marquen un límite claro. El Tribunal continúa con la revisión de cada elemento recibido. La decisión final aún requiere análisis.
La AANECH respaldó la resolución tomada y sostuvo la no programación como medida preventiva. La postura busca proteger la integridad arbitral. El mensaje apunta a evitar nuevos incidentes.
El fallo definitivo del Tribunal de Penas llegará en los próximos días y marcará el cierre del episodio, con sanciones que podrían impactar en el club durante largo tiempo. La Liga del Valle espera la resolución para ordenar los pasos siguientes. El ambiente continúa expectante.

















