

La discusión por el futuro del monotributo volvió a escena y activó un rechazo transversal ante la posibilidad de que el régimen desaparezca. El planteo afecta a 4,7 millones de personas, muchas de las cuales dependen de su obra social vinculada al sistema.


El punto ingresó en la agenda porque el Gobierno evalúa una reforma tributaria que retoma pedidos del Fondo Monetario Internacional. Ese reclamo se arrastra desde 2018, cuando el organismo acompañó el programa firmado durante el macrismo y pidió revisar categorías, aportes y recaudación.
La señal más fuerte llegó luego de que circulara un documento reservado entre los equipos del Pacto de Mayo. Allí figuraba la idea de reconfigurar el régimen y ajustar mecanismos de control fiscal. Manuel Adorni intentó desactivar versiones al afirmar que “todo lo que no sea oficial es falso”, aunque sus palabras no despejaron dudas.
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Parte de la especulación surge porque el Ejecutivo necesita un waiver ante el FMI para compensar la falta de reservas. Ese pedido podría exigir compromisos adicionales, lo que abrió sospechas sobre reformas que incluyan al monotributo. “Esta exigencia la van a intentar cumplir”, sostuvo Guillermo Michel, diputado entrerriano y ex titular de la Aduana.
La estructura actual contempla 4,7 millones de inscriptos: el 85% corresponde a escalas bajas con ingresos de poca dimensión. Tres millones dependen exclusivamente del régimen, mientras que el resto lo utiliza como complemento de su actividad formal.
Michel confirmó que el bloque peronista presentará un proyecto para crear un puente transitorio hacia el régimen general. La propuesta intenta evitar un salto brusco de cargas fiscales y busca acompañar a quienes quedarían en una situación difícil si el sistema cambiara de golpe.
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Desde el sector privado, el tributarista Sebastián Domínguez pidió señales claras. “No es bueno que se genere incertidumbre en la gran cantidad de monotributistas”, alertó, al recordar que hoy la transición al régimen general implica un costo alto y, en muchos casos, imposible de sostener.
La titular de MARA, Noelia Villafañe, señaló que el tema se habló el año pasado y que volvió a tratarse con Diego Santilli. “Nos pidió una propuesta, pero queríamos que antes dijeran que querían eliminar el monotributo”, contó. También advirtió que tres millones de personas quedarían sin obra social y que eso saturaría la salud pública.
El economista Eduardo Levi Yeyati planteó una visión distinta. Aseguró que el FMI no pretende eliminar el régimen, sino “armonizar la tasa del monotributo y mejorar la transición al régimen general”, un punto que considera razonable ante la distancia actual con autónomos, que hoy pagan cifras más altas y deben asumir más obligaciones.
Fuente: Ambito

















