

La provincia mantiene un operativo de gran escala en la zona de El Pedregoso, donde un incendio forestal continúa activo desde su detección el lunes por la tarde. Un total de 166 personas participan de las tareas de control, de acuerdo con el informe técnico del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, que confirmó la presencia de múltiples focos sobre arbustos, matorrales, pastizales, plantaciones y sectores de bosque nativo en jurisdicción de Epuyén. La complejidad de la vegetación y el avance del fuego obligaron a desplegar unidades de diferentes organismos provinciales y nacionales.


La coordinación general se encuentra a cargo de la Secretaría de Bosques, conducida por Abel Nievas, junto a la Subsecretaría de Protección Ciudadana. El operativo reúne brigadistas de Epuyén, Cholila, Golondrinas, Puerto Patriada, Lago Puelo y El Maitén, además de bomberos voluntarios, personal del Parque Nacional Lago Puelo y la Brigada Sur del Servicio Nacional de Manejo del Fuego. La presencia de equipos procedentes de distintas bases permite rotar efectivos y sostener el trabajo durante toda la jornada, con relevos y planificación permanente.
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Los recursos materiales también muestran la magnitud del dispositivo. Camionetas, autobomba, camiones cisterna, cuatriciclos, motocicletas, maquinaria pesada y un helicóptero con helibalde integran la logística que se distribuye en los flancos del incendio. Cada unidad interviene en sectores específicos según la evolución del fuego y las necesidades del terreno, que presenta pendientes, zonas rocosas y áreas de vegetación compacta que dificultan el acceso.
Durante el martes, los equipos reforzaron las líneas que se habían trabajado el día anterior con herramientas manuales. En el flanco izquierdo, una topadora abrió fajas para facilitar el ingreso de las autobombas, mientras que en el flanco derecho el personal del ICE Lago Puelo instaló cadenas de motobombas destinadas a enfriar puntos calientes. Esa combinación de tareas permitió frenar el avance en zonas críticas y habilitar corredores seguros para continuar la intervención.
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El apoyo aéreo volvió a tener un rol determinante. El helicóptero equipado con helibalde realizó 72 lanzamientos sobre ambos flancos, lo que ayudó a reducir la intensidad del fuego en sectores donde el acceso terrestre era limitado. La aeronave opera de manera coordinada con las cuadrillas en tierra, que informan los puntos de mayor temperatura para optimizar cada descarga.
Las labores continúan este miércoles desde las ocho de la mañana. El personal trabaja en el refuerzo de líneas cortafuego, en la ampliación de fajas de contención y en nuevos enfriamientos de puntos calientes distribuidos en todo el perímetro. La previsión es sostener la presencia de equipos hasta que la situación muestre estabilidad suficiente, en un contexto que exige vigilancia constante y respuestas rápidas ante cualquier cambio en el comportamiento del fuego.

















