
Una oferta de US$ 1.000 millones impulsa la venta de Carrefour Argentina
Actualidad20/11/2025
REDACCIÓN
La avanzada del grupo que encabeza Francisco De Narváez generó un nuevo escenario para Carrefour Argentina con la presentación de una oferta que asciende a US$ 1.000 millones, cifra confirmada por fuentes vinculadas al proceso de negociación. “Es una oferta final no vinculante”, explicaron, lo que permite ajustes tras la auditoría contable y el balance anual de la compañía con cierre el 31 de diciembre.


La propuesta ingresó en un momento clave del proceso y habilita una etapa de conversaciones con la casa matriz en París. La operación contempla las sucursales del país y también el banco de la cadena, aunque ambos activos se transferirán en contratos separados debido a que la entidad financiera requiere aprobación del Banco Central. El plan apunta a firmar la venta antes de fin de año y completar el traspaso entre enero y febrero de 2026.
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La oferta fue presentada en conjunto por GDN —grupo de De Narváez— y el fondo internacional L. Catterton, que participa con el 40% del paquete. Este fondo privado, uno de los mayores del mundo en consumo e indumentaria, tiene entre sus accionistas principales a Bernard Arnault, referente del conglomerado LVMH. Ambas firmas ya comparten inversiones en marcas como Caro Cuore, Baby Cotton y Rapsodia, lo que refuerza la alianza en este proceso.
Una de las preguntas centrales gira en torno al futuro de las marcas. Según fuentes del sector, GDN proyecta unificar sus operaciones bajo la bandera de Carrefour, lo que implicaría que Changomas —la cadena que absorbió tras la compra de Walmart en 2020— deje de existir como marca independiente. Con esa integración, el grupo pasaría a manejar 802 sucursales entre las 93 de Changomas y las 709 de Carrefour, una escala que lo posicionaría como el principal operador del supermercadismo nacional y con una planta laboral cercana a los 30.000 empleados.
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La continuidad de Carrefour en el país no estaría en duda, incluso con la salida de los franceses de la operación directa. Las cuatro modalidades actuales —hipermercados, supermercados, Maxi y Express— se mantendrán, de acuerdo con lo conocido hasta ahora por las partes involucradas. El foco está puesto en sostener la estructura comercial, ampliar presencia territorial y reforzar la estrategia de consumo masivo que domina el mercado.
El proceso de venta reunió a varios interesados y tuvo momentos de depuración. El plazo para las ofertas venció a las 17 horas de Nueva York, momento en que las tres firmas habilitadas enviaron sus propuestas a Deutsche Bank, entidad encargada del mandato de venta. Antes de esa instancia, Cencosud había decidido retirarse al argumentar que “tiene un potencial de inversiones muy atractivo que privilegiar frente a esta oportunidad”, lo que redujo la competencia a tres candidatos.
Los finalistas fueron Coto, el fondo norteamericano Klaff Realty —operador de Tienda Inglesa en Uruguay— y GDN, que partía como favorito del sector. Las demás compañías pretendían adquirir activos específicos y discontinuar la marca Carrefour en el país, mientras que la propuesta liderada por De Narváez apunta a absorber todas las operaciones y mantener la presencia comercial.
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La decisión de vender Carrefour Argentina responde a una estrategia global de la compañía francesa que inició una revisión de sus filiales en febrero. En ese marco, ya transfirió su operación en Italia al grupo NewPrinces y evalúa alternativas en mercados donde opera de manera directa, como Rumania, Bélgica y Polonia. La compañía informó que experimentó “una clara aceleración en la primera mitad de 2025” en sus mercados prioritarios —Francia, España y Brasil—, lo que orienta su nueva configuración internacional.
Con el proceso de auditoría en marcha y la negociación abierta con París, el futuro de Carrefour en Argentina entra en su tramo decisivo. La magnitud de la oferta presentada y el impacto que tendría en el mapa del consumo masivo generan expectativas en un sector que observa con atención los próximos pasos. El desenlace podría definir la mayor reconfiguración del supermercadismo argentino en décadas.

















