Escocia vuelve al Mundial tras 28 años y apunta a romper su racha más amarga en la fase de grupos

Escocia se prepara para una nueva cita mundialista con una meta tan simple como esquiva. El equipo buscará en 2026 superar la fase de grupos por primera vez en su historia, un objetivo que quedó pendiente en sus ocho participaciones previas y que asegura un desafío deportivo tan simbólico como necesario.

La historia comenzó en Suiza 1954, donde no sumó puntos ni marcó goles, y siguió con Suecia 1958, edición en la que apenas logró un empate. Los años pasaron y las frustraciones se repitieron.

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En Alemania 1974 estuvo cerca de avanzar, pero quedó afuera por diferencia de gol en un triple empate con Brasil y Yugoslavia.

Argentina 1978 dejó una de sus victorias más recordadas: el 3-2 a Países Bajos, vigente subcampeón. Aun así, la ilusión chocó otra vez contra la tabla del grupo. En España 1982 volvió a depender de la diferencia de gol y quedó eliminada tras un empate ante la Unión Soviética que no alcanzó.

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Los mundiales siguientes marcaron un declive. México 1986 terminó con Escocia última y con un solo punto. En Italia 1990, la derrota con la sorprendente Costa Rica condicionó toda la campaña, más allá del triunfo ante Suecia. Francia 1998, su última aparición hasta hoy, cerró con un empate y dos derrotas que la dejaron nuevamente en el fondo del grupo.

Con el formato ampliado del Mundial 2026 y rivales aún por definirse, la selección británica llega con la ilusión de cortar una racha que se extiende desde hace 72 años. El objetivo es claro: ganar regularidad, aprovechar un torneo más largo y dejar atrás una historia que siempre la dejó al borde, pero nunca en la segunda fase.