De Trelew a Bruselas: un viaje de vida marcado por el deporte y la educación

En Patagónicos por el mundo, la radio unió a Argentina con Bélgica para conversar con Carlos González Bonet, trelewense que hoy vive en Bruselas. Desde allí compartió recuerdos, anécdotas y proyectos marcados por su identidad patagónica. Carlos vive en un barrio cercano a Bruselas llamado Tervuren, conocido por el Museo de África y sus postales de cuento. Contó que la ciudad se vuelve mágica cuando las luces navideñas transforman calles y plazas en escenarios de película.

Su camino hasta Bélgica tuvo varias escalas, entre ellas Washington, Houston y Budapest, siempre acompañando el trabajo de su esposa.  Al consultarlo sobre su estadía en el país europeo, bromeó diciendo, “es una pregunta que me hago a diario. ¡Qué hago acá'”, Y contó que sus hijos crecieron como mochileros.

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Contó que vivir en varias culturas le mostró grandes diferencias en educación, idioma e historia entre países vecinos. En Bélgica conviven tres idiomas y la integración exige que inmigrantes estudien y rindan cursos para obtener la residencia. Orgulloso de sus raíces, Carlos impulsó Consultora Patagonia, desde donde asesora a empresas que quieren llegar a Europa, sobre todo en energías verdes. Asegura que sentirse patagónico es una bandera que lo guía en cada proyecto y desafío.

El deporte atraviesa su vida y la de toda su familia. Recordó el esfuerzo de sus padres por el básquet y cómo el triatlón le abrió la puerta para viajar y competir fuera del país. “El deporte fue mi pasaporte al mundo”, aseguró con emoción. "Tuve la posibilidad de participar del Iron Man varias veces". Hoy sigue entrenando todos los días, aunque sea una hora, corriendo, nadando o en bicicleta, y celebra que sus tres hijos también aman moverse. Uno se luce en natación, otra monta a caballo y la más pequeña vive pendiente de su raqueta de tenis.

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Su vida profesional se completa con libros e investigaciones sobre educación y finanzas para chicos y jóvenes. "Contó que algunas ideas ya se usan en escuelas belgas y que hacer que expliquen con sus palabras ayuda a formar estudiantes seguros.

Antes de despedirse, Carlos adelantó que en pocas semanas volverá a Chubut para pasar las fiestas y reencontrarse con familiares y amigos. Aseguró que la radio sigue siendo un puente afectivo que lo une con la Patagonia y con su Trelew querido.